El nuevo local del Sistema de Emergencias 911 de Ciudad del Este, en el que fueron invertidos más de US$ 2 millones por parte del Ministerio del Interior, permanece como un “gran elefante blanco” inservible, que hasta el momento no tiene absolutamente ninguna utilidad para la ciudadanía. El nuevo predio fue terminado e incluso equipado con modernos equipos hace más de un mes, pero sus puertas permanecen cerradas. En este combo de valor no entran las cámaras de seguridad que debían estar instaladas por toda la ciudad.
Mientras tanto el viejo centro de atención sigue funcionando en precarias condiciones y con apenas dos cabinas que deben atender a una población de 800.000 habitantes.
En junio del 2.015 con bombos y platillos iniciaron los trabajos para la construcción del nuevo local del Sistema de Emergencias 911 de CDE, en el predio de la Gobernación del Alto Paraná, en la parte ocupada por la Jefatura de Policía. Los responsables explicaron que se edificaría un predio de 150 m2 para albergar 10 pequeñas oficinas, con posibilidad que en el futuro sea ampliado en forma vertical u horizontal.
El costo del nuevo local fue estipulado en G. 10.800 millones (US$ 2,16 millones) y el dinero saldría del presupuesto del Ministerio del Interior. Es absolutamente absurdo y ridículo, este precio. Para eso el ministro del Interior sí que es bueno, para escamotear plata al Estado o pasar presupuestos inflados, porque en esa obra a lo sumo invirtieron 800 mil dólares, pero no la suma exorbitante que mencionan. Además, luego de la demarcación del terreno y la palada inicial, los obreros trabajaron durante una semana y luego desaparecieron. Los trabajos que debían concluir en tres meses quedaron parados por un mes y solo se reiniciaron cuando la prensa cuestionó el motivo del paro. El nuevo predio que debía estar listo en septiembre del año pasado recién concluyó a principios de diciembre.
Fueron instalados aires acondicionados y los nuevos equipos informáticos que serán utilizados en la atención a la ciudadanía. Pero a simple vista se observa que no están las comodidades adecuadas para los personales, como una pequeña cocina, lugar donde dormir, etc. Pero en vez de entrar en funcionamiento, el nuevo predio del Sistema 911 quedó abandonado y sin ninguna utilidad para la ciudadanía.
El actual sistema continúa funcionando precariamente en una minúscula sala de la 4a Zona Policial, donde existen apenas dos cabinas para recepcionar todas las llamadas de auxilio, sin contar que las llamadas hechas de algunas operadoras de telefonía celular no ingresan. Además en la mayoría de los fines de semana, los funcionarios del 911 se pasan chateando, durmiendo o mintiendo, o llamas y dicen “ya enseguida vamos a llegar”, lo cual finalmente nunca ocurre.