CIUDAD DEL ESTE (trampería binacional, por Carlos Roa) Mala vita (la mala vida, en italiano) que tiene al Paraguay con los vecinos mercosurianos , que le tratan a nuestro país como sus lame traste, usándolo, abusándolo y después arrojándolo al basurero de la realidad. Mientras que el gobierno de antes, de ayer y de hoy quiere atravesar la tráquea de su pueblo con sus pulgares. Estos son especialistas en eso y tienen la toga de la sin – verguenzía. Además de la ruptura de la tráquea nos quiere verter con un brandy como acto piadoso para apaciguar el dolor. No tienen un atisbo de bondad por su pueblo estos grandes sabandijas, que hoy están siendo acusados de vende patrias.
Según estimaciones, 160 mil millones de dólares al año podrían ingresar al país si disponemos de nuestra energía en itaipu. Esto representa ocho veces el actual presupuesto de gastos general de la nación, sin embargo el tratado firmado en 1973 por las dictaduras de Paraguay y Brasil ató de manos y pies al Paraguay. Estos generales de la dictadura borraron con el codo lo que decía el acta de Foz de Yguazú de 1966, donde se había decidido aprovechar conjuntamente el potencial hidroeléctrico del rio Paraná.
Según el acta, cada país se iba quedar con el 50% de la energía generada. Establecía que el país que no utilice toda su energía, podría disponer de su energía a justo precio. Sin embargo, el acuerdo suscrito entre Alfredo Stroessner y Rafat Sumedich, introdujo el art. 13, que ató a nuestro país país de pies y manos, en lo que jurídicamente se llama el derecho de adquisición. Esto obliga al Paraguay a ceder al Brasil la energía que no utiliza. El tratado cumple 50 años el 13 de agosto del 2023, donde será renegociado el Anexo C establece la base de prestaciones de servicios financieros y entre ellos coloca en su artículo 3 numeral 8 el monto que se va dar por esta cesión de energía. Estas dictaduras, en su pacto de corrupción fijaron un precio fijo que no tenía nada que ver con precio de mercado ni precio justo, sino directamente con el pacto entre estas dictaduras. El precio establecido era 300 dólares giga/watt hora por día producido. Este se mantuvo fijo y luego tuvo un pequeño incremento en el año 2005, multiplicándose por cinco. Y luego a raíz de la movilización popular, logró ser multiplicado por 15.3 en el acuerdo firmado por Fernando Lugo y Lula Da Silva.
Haciendo un histórico desde la primera producción de 1984 hasta finales del año 2018, vemos que en promedio e inclusive con estos aumentos del monto percibido por compensación, el Paraguay recibió apenas 2.8 dólares por mega watt/hora cedido al Brasil, sin embargo el precio de mercado ronda 120 dólares el mega watt/hora. La pérdida para el Paraguay es de 50 mil millones de dólares, según cálculos estimativos. Con eso podríamos haber construido 2 represas del mismo tamaño de itaipu. ESTOS ELEMENTOS SON SUFICIENTES PARA PLANTEAR LA NULIDAD DEL ACUERDO DE ITAIPU, PORQUE SEGÚN EL TRATADO DE LA CONVENCIÓN DE VIENA, TODOS LOS ACUERDOS DEBEN SER DE MUTUO BENEFICIO PARA AMBOS PAÍSES. Necesitamos disponer libremente de nuestra energía, para que el Paraguay se pueda desarrollar.
Y ahora estamos en esta tragicomedia de la sin – verguenzía de un tratado kañy desprestigiando a los técnicos que tendrían que estar en la reunión corroborar la veracidad del acuerdo y no dejar que un embajador rova tavy y gagá (viejo de pensamiento) Hugo Saguier y con su par brasileño y los técnicos brasileños que tenían todo derecho de estar en la reunión, tal vez le hicieron la cama de gato a ñarito, porque este es un principiante comandante. Y como se suele decir, si le traicionó a su mujer, poco le importó traicionar a su país. Lo cierto y concreto, todos los implicados y el propio presidente tendrían que tener el cáñamo como corbata.