La debacle de la dinastía de los Zacarías

SOLO FALTA DESTERRARLOS A ESTOS IMPRESTABLES

CIUDAD DEL ESTE (Internas 2018, por Carlos Roa) Con una temperatura de 40 grados se registró ayer la interna del partido colorado en CDE, donde el mayor local eleccionario es el Centro Regional de Educación y desde tempranas horas se vio aristas geométricas pero en formato de politiquería. Donde más una vez, el mariposón o puntín del este fue protagonista, de demostrar su cheto golatría, cuando fue a votar y no quiso formar fila, como cualquier ciudadano común. Lo rajaron a patadas y este salió como un perro sarniento que veía venir el debacle de la dinastía de su clan. Luego, al mediodía apareció la doña del puntín, Ña Malandra, donde fue vociferada con epítetos de grueso calibre, de todo un poco y trató de paliar su desvergonzada cara con algunas frases ya desgastadas de lo que siempre suele decir; yo soy amiga de la sociedad.

 

No solo el Paraguay sino Ciudad del Este también iba rumbo al cadalso (Tablado erigido para patíbulo) donde caminaban los condenados a muerte por las desgracias ocasionadas en aquel entonces. Si esta brisa de cambio no hubiese soplado sobre el Paraguay, hoy seguramente los maquiavelos de este país, como Horacio Cartes, José Ortiz, Darío Filártiga, Juan Carlos López Moreira, Jiménez Gaona, Antonio Barrios, Enrique Riera, Blas Llano, Zulma Gómez, Perla de Vázquez, y otros estarían con una sonrisa de lobo hambriento que se vería de lejos caer por los colmillos principales de la boca, caer gotas de sangre con sabor a victoria, de que van a tener más años para tener el cuello frágil del ciudadano paraguayo para que ellos puedan encrustrar sus colmillos en la yugular del prójimo paraguayo y chuparles la última gota de sangre, de esperanza que le sobra a este pueblo sufrido, que son los Hebreos, campesinado, profesores y la juventud que no tiene como salir de ese cuadro de ignorancia, porque la educación está establecida en un formato para que solo sean a la medida de los maquiavelos políticos para poder usarlos a su manera y antojo, como si fuese una mula.

Pero bien Dios es grande y dio una mano salvadora al Paraguay, dejando estos grandes sin – vergüenzas del este, como Elio Cabral alias tyvyta chará, que tiene una colonia de chupasangres de las arcas del estado, ubicados en la aduana de Ciudad del Este, donde en la curva de la coima están todo el día dispuestos a desangrar a los trabajadores, para que ellos puedan vanagloriarse de que usan ropa de marca, ¿epillá, Jaime Bolla? Viste Corea.

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