CHORE (Por Carlos Roa) Es patético comenzar el año de esta manera, como diciendo año nuevo, vida nueva y que las autoridades y empresarios principalmente del transporte, puedan dar un servicio cómodo, respetuoso y responsable a los usuarios. Relataremos un pequeño relato referente a la empresa Choré, que aparece como propietario el señor Milciades Rolón y su esposa, Ña Ramona de Rolón, pero que hoy día está siendo administrado por sus hijos. En innúmeras veces recibimos quejas de los usuarios de esta empresa, que tienen el itinerario Choré – Asunción, Choré – 25 de diciembre – Asunción y en otros casos, Choré – Coronel Oviedo – Asunción, como así también tenían un periplo Choré – Ciudad del Este, que paulatinamente esto fue disipándose.
Pero lo más tétrico es que las unidades siempre traen desperfectos mecánicos en sus viajes y de esa manera no respeta el derecho del consumidor, como en el caso del ómnibus Alfa Alfa Francia sexto cuarto noveno, en el decir del código Morse, que sería chapa AAF 649, que salió de Asunción con destino a Choré y a mitad de camino quedó varado más una vez, como dice el borracho, se descomponió. Según relatos de algunos pasajeros que llamaron a la redacción de La Voz del Norte, contaron que abordaron el bus a las 00:30 de la terminal de Asunción, y por el camino ya venía con fallas. Lo lamentable del caso es que esta empresa no se responsabiliza nunca de sus pasajeros, posiblemente porque es manejado por algunos descarados sinvergüenzas empresarios del transporte interurbano, como la empresa Choreña, de la familia Rolón. El bus quedó varado a las 03:00 de la mañana en Yataity del Norte en un lugar descampado y recién a las 07:00 de la mañana vino el relevo.
Este también vino con problemas mecánicos, se soltó el embrague y casi tumbó, quedando en Morumbi por segunda vez. Luego vino un pequeño bus de la empresa Tapira kuái que fue abordado por los desesperados pasajeros que querían llegar a destino. Y lo peor de todo que no devolvieron el pasaje, ni siquiera pidieron disculpas a los pasajeros, que fueron abandonados en Cruce Liberación, de donde tuvieron que volver a pagar pasaje hasta volver a Choré.
Esperemos que la Dina Transa pueda leer este capítulo y tratar de poner orden en la empresa de la familia Rolón, manejada sin escrúpulos, sin responsabilidad, sin dignidad y con sinverguenzía. Y así comienza el 2020. Que pena!