CIUDAD DEL ESTE (CHORÉ ,por Carlos Roa) El club de sodomitas vuelve a estar en la línea de fuego de contextos y chismes, como de siempre dicen los informantes de que el sometimiento de trabajo a cambio de sexo es una obra constante y latente. Nos llegó la historia de la viuda negra, una señora encargada de hacer las limpiezas en las oficinas de la empresa Agrotabacalera del Paraguay. Y hoy por hoy la viudita Blanca Arévalos ya no quiere hacer su trabajo, quiere mandar nomás. Y dicen que a las más nuevas les dice “tapehó pemo potí cheve la oficina kuera” y hasta ahí nos quedamos medio atónitos y como dice el americano “for what” this? (porqué esto?).
Y ahí nos reveló la fuente que ella es la amante del tal Martín Melo, y por tal motivo ella se siente más relajadita en la empresa. Y la conocen como la falsa viuda o la viuda negra, porque con el otro que salía, ya finado, esta tuvo la suerte de utilizar su venenito del amor y tal vez no aguantó el finado y patatúm. Lo raro es que Martín Melo según los comentarios de Choré, está muy bien casado y nos preguntamos; si está bien casado, ¿qué será que su señora no le proporciona en la cama, que él busca otras vulvas?
Pero bueno, que vamos hacer, hoy día se busca de una u otra manera conseguir un poco más de beneficios, ya sea económico o placer sexual de las vecinas. Pero en este caso es otro sistema, te voy a dar el trabajo o te voy a conseguir a través de mi jefe que vengas a trabajar en la Agro, pero tenés que colaborar. Lo que significa bajarse las pantaletas y mostrar la rayadita raspadita. Y ahí ya tenés la venia para entrar a trabajar, pero guay si también hacés una sucursal de amantes o sombreros, según relató un viejo conocido, que ya no trabaja en la Agro hoy día, pero que conoce los tejes y manejes de los granujas poco hombres que trabajan allí. Porque según él, son tipos bien presentables, pero no tienen la capacidad de conquistar una mujer como se debe y sí extorsionándolas o pidiendo algo a cambio por el beneficio del trabajo, epillá Martiiiiiiiin…