CIUDAD DEL ESTE (Nacionales, por Carlos Roa) Las escuelas públicas son una empresa de recaudar dinero de la gente común que tienen hijos y que hacen lo posible para que sus retoños sean alguien en la vida, pero estos descabellados directores acompañados de algunas profesoras que en tiempos de clases abandonan y se van a reuniones proselitistas, si es que no utilizan ya la presión política para la inscripción de los niños, como en la escuela del Área 4 donde todos saben y dicen abiertamente que tenés que trabajar con tal seccional encabezada por un tal Bernal que ”ayuda” mucho a la escuela, y para que le inscriban a tu hijo primero tenés participar de la campaña política, no importa si vivís frente a la escuela y te corresponde asistir ahí o si hace 30 años votas en esa institución, solo importa imponer los intereses políticos y convertir la escuela también en una mafia.
En el Centro de camisa bordó, el Director de la Escuela Juana María de Lara, Andrés Aguinagalde, con algunos docentes del turno mañana.
Luego tenemos de otro tipo como la Escuela Básica Juana María de Lara donde el director es un tal Andrés Aguinagalde, y donde la escuela cuenta con aproximadamente 2000 alumnos a los que les cobran las suma de 20 mil guaraníes mensuales supuestamente para pagar limpiadoras y comprar insumos de limpieza pero esto según el estado no es obligatorio, y otra vez son tan atrevidos que en contra de todo lo que dijo el MEC estos retienen las libretas de los padres que no aportaron los 20mil guaraníes mensuales, en vez de lucrar alquilando la cantina a gente de afuera deberían organizarse para que el dinero que entra de la cantina sea destinado a los productos de limpieza si es que realmente no llegan los rubros que dicen para poder costear estos menesteres de limpieza estos son las bazofias de la educación que proliferan en nuestro país
El director de la escuela nacional de Jhugua Poti Claudio Ibarra, sobre quien pesa múltiples acusaciones algunas de índole criminal como el encubrimiento a su sobrino, un profesor acosador de niñas.
En el norte es más precario y lo peor de todo es que en muchas escuelas y más en los colegios públicos las profesoras no están actualizados y si pones diez computadoras solo seis sabrán realmente utilizarlas, y ni hablemos sobre la didáctica escolar, que sigue siendo el arcaico método de exposición donde los alumnos deben escuchar en silencio y mientras la profesora hace un monólogo sin llegar a ningún lado y los niños y ni que decir los adolescentes se quedan sin entender y frustrados encima, porque realmente no todos los profesores están donde están por que tengan vocación para la docencia, sino por las facilidades que da, sabemos que es un empleo de muchísima demanda y que si o si van a encontrar trabajo, y si este se da dentro de una escuela pública como debe ocurrir por concurso y nombramiento, uno asegura su trabajo y jubilación. Eso claro, cuando las cosas se hacen como deben ser. No como en la escuela de Jhugua Poti donde se denunció como el director Claudio Ibarra, metió a toda su parentela a trabajar en la institución y lo que es peor, el sobrino del director, Rober Ariel Ibarra más tarde acosó y abusó de algunas niñas en la escuela y hasta ahora siguen encubriendo este caso gracias a que justamente el tío es el director y sobre todo amigo del intendente
a mafia.