Patriarca, tirano y déspota
CIUDAD DEL ESTE. Se suele escuchar en debates con algunos politólogos ndaje o algunos ex funcionarios públicos del Estado que quieren hacer el rekutú. Y hablan de izquierda, de derecha, del partido colorado, del neoliberalismo, en fin, ponen muchos condimentos para la pizza gubernamental. Pero sin embargo lo que vemos es más parecido con el patriarcado, que es una “organización social primitiva en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia, extendiéndose este poder a los parientes aun lejanos de un mismo linaje” y el término patriarcalismo como “tendencia a la autoridad patriarcal (ejercida autoritariamente con apariencia paternalista). Y claro está al ver que los funcionarios públicos llevan el linaje de los mandatarios y muchos ni siquiera terminaron el preescolar pero están en cargos donde la sapiencia tiene que liderar. Donde las costumbres tienen que dejarse para el recreo y sí el conocimiento de los funcionarios públicos, pero esto cada día se va ahondando más por culpa de tener politiqueros patriarcas que piensan que sólo ellos tienen el poder de mando y nadie más.
Este relato demuestra el carácter perfecto de Horacio Cartes, que tiene 50% síndrome de patriarca y 50% de Maquiavelo. Y mirando por todos lados esta fusión de síndromes lo convierte en un tirano, que abusa del poder político y gobierna de manera totalitaria, sin limitaciones legales y, normalmente, actuando de forma corrupta y cruel. Y que solamente sobrevive en un país como Paraguay, si fuera en otros lados, ya estaría preso por saqueo, malversaciones, sobrefacturaciones, lavado de dinero y muchas otras cosas, pero hasta la cadena perpetua podría ganarse este rufián, dijo un excompañero de clase del Colegio Internacional con lágrimas en la garganta.
Señores lectores, muchos que son y que están en este merejenjún de mandos, de sin – verguenzía, de saqueo al erario público que viven manipulando con rótulos de bono soberano para después cambiarlo en el Club de Paris por algunos monjes negros del Cartismo. ¿No les parece que tenemos que tomar conciencia y salir en las calles para que nos respeten como tiene que ser? Porque estos están en el poder gracias a nuestros votos y no porque amanecieron con ganas de gobernar ni porque tiene los rulos parecidos al príncipe Maquiavelo.