VOLVIÓ GRAMBO, UNO DE LOS GRANDES CORRUPTOS DE MIGRACIONES
CIUDAD DEL ESTE (Carlos Roa) Paraguay es un país de tierra fértil para los plantíos que da de comer a muchos países e inclusive hasta los asiáticos, donde se envían granos para la alimentación diaria de ciudadanos de otros países. La fertilidad es tan grande que también en nuestro país se cultiva la delincuencia y donde tienen que estar los técnicos o como llamarlos, funcionarios de Migraciones, hacen que la cosecha de delincuentes sea como la de Favero, en gran escala. Es difícil encontrar un agente de Migraciones haciendo control, como hace por ejemplo en la Argentina, donde el extranjero ingresa con todos sus documentos y pasado por un escáner de preguntas para ingresar a dicho país. Aquí es totalmente lo contrario, se dedican a Apostala, a hacer servicios a comodatos a sus antojos, y el más corrupto es el que siempre cuando se le cambia, regresa porque tal vez tiene un padrino que de la capital lo apoya, Juan Carlos González, conocido como Grambo, uno de los más corruptos y borrachines de esa institución, que sólo están para hacer entrada y salida a gusto y paladar de personas de dudosos antecedentes, pero que se hospedan en residencias lujosas y muchos de ellos en el Paraná Country Club, conocido como la comarca de los guantes blancos.
En una investigación hecha por este medio en un corto plazo, ingresamos a los países latinoamericanos, europeos como también en EEUU y funcionarios de Migraciones son los encargados de velar las 25 horas del día quién entra y sale del país, para un control de tranquilidad y paz, y no acunar delincuentes, como hace Paraguay, con sus fronteras vulnerables a lo largo y ancho del territorio paraguayo, donde el servicio informático de Migraciones es arcaico e incompleto, donde en la central los legajos de los extranjeros que viven en Paraguay en forma casi regular, nunca están completos y esto hace que aparte de vivir en forma ilegal, trabajan en forma ilegal, roban la mano de obra paraguaya y cometen otros delitos, como la fuga de divisas y atropello a la moralidad paraguaya, donde muchos hoy día ya se hicieron de shopping con propiedades con rueditas, como el caso del shopping del Este, dirigido por un clan de sin – vergüenzas, caraduras, cínicos y embusteros embanderados por un leguleyo de tal envergadura.
Hoy tiene como director a un letradito Ignacio Ignacio Carlos Dellavedova Cosp que según nuestras fuentes, no tiene a punta de lápiz los conocimientos de la institución que maneja las reglas y normas de una dirección de Migraciones encargada de velar quién entra y sale del país. Y de esta manera ellos harán como siempre hicieron los que ya pasaron como director en esa institución, un trabajo a la bilonga, total, casi nadie sabe ni entiende cómo ni cuando orina la gallina.
En fin, para que sirve Migraciones en el Paraguay, sólo para cultivar la corrupción y delincuentes fugados y buscados internacionalmente. No era para velar el país, ¿verdad Grambo?