CIUDAD DEL ESTE (nacionales, por Carlos Roa) la tendencia más relevante de hoy en día en nuestro país para el enriquecimiento ilícito es la corrupción, coima y el prevaricato (un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley), que se registra en la Fiscalía y el poder judicial. Después las otras instituciones, como por ejemplo la aduana, puertos, los ministerios, de salud, interior, de obras, donde cada uno tiene varios elementos o funcionarios que se dedican a la corrupción y coima y donde nace el prevaricato y éstos se vuelven ricos ilícitos. Vemos situaciones calamitosas, donde el funcionario con un cargo de alto rango, un sueldazo, vehículo de alta gama, amantes de aquí para allá, solventados por el estado, porque estos son los que manipulan los quehaceres en esas instituciones. Y cuando se habla de ricos ilícitos podemos nombrar a algunos.

Una pequeña lista de los ricos ilícitos funcionarios públicos. Jaime Bolla, aduanero, Coco Valdovinos, Guillermo Vega Lemir, Nelson Leonor Fleitas, Aldo González, José María Villalba Jefe de Resguardo, el Crio. Ppal. Abel Cañete ex jefe Delitos Económicos, Max Carvalho, Rubén Darío Talavera alias el Guasón, el jefe de resguardo Miguel Caballero Contessi, Benigno López, el hermano bastardo, Calé Galaverna, Isidro Cacho González, Oscar González Daher, entre muchos otros, son los ricos ilícitos del Paraguay, una casta de corruptos, coimeros y negociadores, en fin, una serie de ilícitos que hicieron que estos se convirtieran en multimillonarios, pero ahí entra el segundo delito, que es la impunidad que la justicia corrupta, los propios fiscales y jueces, incluso los ministros de la corte, le otorgan a estos cuervos, lo cual hace que los mismos puedan disfrutar toda la plata malhabida. No hay condenados, ni sancionados, ni imputados, están todos libres, disfrutando la fresca viruta que juntaron robando al estado paraguayo.

Obs.; en las próximas publicaciones iremos contando quienes son los otros funcionarios públicos que son también ricos ilícitos