El hombre promete y promete hasta
que se lo mete, reclaman las féminas
CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Carlos Roa) Hablando de compromisos, promesas e intenciones, a diario vemos casos insólitos donde un hombre, cuando quiere conseguir algo con una mujer, ya no son como los tiempos de Romeo y Julieta, que se basan en el sublime amor de que para tal efecto son leales y honestas las intenciones. Hoy día por lo que cuentan las mujeres en sus reclamos, dicen que el hombre promete y promete, hasta que lo mete. Y una vez metido, adiós lo prometido. Es como un verso, pero dicen que es la más pura realidad. Por eso vemos muchas familias después de la copulación (acto sexual) generalmente el hombre ya mira otra flor para hacer la misma cosa por esa rosa que defloró y ahora quiere pasar a margarita. Es la gran queja de las féminas en este país, que muchas viven todavía en el cuento de hadas y piensan que el amor y el placer son cuentos de hadas y se sumergen en muchos casos en la tristeza e indignación y murmuran “si yo supiera que iba a ser así, jamás le abriría la puertita del placer para que él ni siquiera conozca la sala del éxtasis de mi cuerpo”.
Muchas de ellas con un poco de mala suerte quedaron preñadas al alfa de la vida, muchas veces cometidos por errores de no entender bien las palabras cuando el hombre promete y promete, hasta que se lo mete y ahí adiós. ¿Porqué esta decadencia tiene que ser un desperfecto humano?
