Se paga para poner y
se paga para sacar
CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Carlos Roa) Cuando una mujer va a dar a luz por primera vez es normal que tenga muchas dudas. Una de ellas tiene que ver con el alumbramiento. En este sentido, las mujeres se preguntan si será mejor la cesárea o el parto natural, porque dicen que duele, esfuerza y es incómodo. El avance de la tecnología ha brindado múltiples facilidades para la vida humana. No obstante, en los últimos tiempos, se ha recurrido a los procedimientos quirúrgicos como vía de escape a los procesos naturales, entre los cuales figura el parto. Muchas mujeres prefieren, por miedo o por comodidad practicarse la cesárea antes que tener un parto natural. A menudo se pasa por alto el hecho de que la cirugía surgió como una ayuda para el ser humano en caso de dificultades que podría poner en riesgo la vida de la mujer o del bebé.
Lo lamentable del caso es que aquí en nuestra región y el país incluso, hay muchas obstetras que trabajan en sanatorios privados, quienes inducen a las parturientas a realizar el parto natural. Claro, por una cesárea, el paciente paga entre 3 a 5 millones de guaraníes, dependiendo del sanatorio privado, sin embargo para un parto normal es más simple y cuesta menos, solamente se hacer un esfueeeerzo para que el recién nacido salga a luz. Por lo que esto se convirtió en un mero negocio y no un alumbramiento que perpetúa la especie humana, como debería serlo. Por eso decimos que “se paga para poner, porque lógicamente tiene su costo la relación sexual que antecede el embarazo, y se paga para sacar, ya que el costo para una cesárea es elevadísimo en los privados”.