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CIUDAD DEL ESTE (Salud, por Carlos Roa) La prótesis de pene es una solución definitiva para la disfunción eréctil. Se trata de un dispositivo mecánico compuesto por unos cilindros biológicamente compatibles con el cuerpo y especialmente con el pene. Estos cilindros reemplazan mediante cirugía el interior de los cuerpos cavernosos del pene, a través de los cuales se realiza la erección de forma natural mediante la concentración de la sangre en su interior. Esta prótesis permite tener el pene en flacidez o en erección según la voluntad del paciente. Los cilindros están conectados a una pequeña bomba que se sitúa entre los testículos. Mediante una manipulación sencilla basada en la palpación de la bomba se activa y se desactiva la erección.
¿CUÁNDO SE DEBE IMPLANTAR?
Cuando el paciente sufre de disfunción eréctil o impotencia y ya ha realizado sin éxito otro tipo de tratamientos tales como la terapia farmacológica, las ondas de choque a baja intensidad, inyectables o casos que necesiten piscoterapia. Es decir, que el paciente padece de impotencia o disfunción eréctil severa. Debemos considerar la implantación de la prótesis de pene como última opción dentro del protocolo de actuación.
¿EN QUÉ CONSISTE EL PROCESO?
Intervención quirúrgica:
– Anestesia general, raquídea o local
– El máximo son 24 horas de hospitalización.
Posoperatorio:
– Recuperación en 1 semana.
– Se retoma la vida sexual en 1 mes.
¿QUÉ RESULTADOS SE OBTIENEN?
Los implantes de pene son un medio mecánico de crear una erección, pero se ha de tener en cuenta que no estimula la libido. Es decir, el deseo sexual del paciente no se ve aumentado a través de la prótesis de pene. Sí es cierto que en muchos casos la confianza en los pacientes con implante aumenta, y como resultado psicológico el deseo sexual también se puede ver afectado positivamente.
Aspectos positivos para la implantación de una prótesis de pene:
– La sensibilidad no se afectada.
– El orgasmo no se ve afectado, incluso en muchos casos es más placentero debido a la nueva actividad sexual.
– La eyaculación es la misma o en muchas ocasiones mayor, al recuperar el deseo sexual y ser más placentero el acto sexual en sí.
– La forma de orinar no se ve afectada en absoluto.
Además tiene un alto índice de tolerancia y es una de las soluciones de la disfunción eréctil con un mayor grado de satisfacción por parte del paciente.
La disfunción eréctil esta causada por una falta de riego sanguíneo en el pene. El pene está compuesto entre otras partes, por unos cuerpos cavernosos, que al llenarse de sangre tras una excitación, aumentan el tamaño del mismo y lo endurecen para hacer posible la penetración durante el acto sexual. Cabe aquí resaltar que una de las mayores dudas de los pacientes es si se pierde tamaño al ser portador de un implante peneano, y no, no tiene porque producirse (siempre y cuando se elijan con paciencia y conocimiento las tallas, modelos y suplementos adecuados). La disfunción eréctil puede darse por causas orgánicas, neurológicas, endocrinológicas, vasculares, psicológicas o por diabetes.