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PACIENTES SECUESTRADOS POR EL DOLOR, ELAGOBIO Y LA DESESPERACIÓN
CIUDAD DEL ESTE (Urgencias Salud, por Carlos Roa) Paraguay un país situado en el corazón de América, repleto de riquezas naturales, donde hoy se encuentra el mayor productor de energía, Itaipu y otra de gran porte, Yacyretá, donde según se entiende, generan no solamente kilovatios de potencia energética, sino que también chorros de dinero, porque apenas usa 40% de su energía y el restante supuestamente lo vende y como éste elemento es caro en cualquier país del mundo, estaría recibiendo millonadas. Lo que hace a ciencia cierta pensar que en este país las obras sociales tendrían que estar de punta, como países desarrollados, integrados y actualizados, ya sea en salud, trabajo y educación. Es la base principal para que un país pueda crecer. Pero sin embargo lamentablemente, tristemente, tétricamente este Paraguay es totalmente averso a la realidad.
El jueves 16 de febrero nacieron dos gemelos en una lancha, viniendo de Puerto Pinasco a Concepción, donde tendrían que ser tratado de urgencia, pero el Dr. Daniel Gómez por suerte y ese instinto de médico le predijo que los bebés estaban apurados para venir al mundo. Ahí se encuadra otra cuestión, 3 horas de viaje en lancha de Puerto Pinasco a Concepción, para llegar hasta una partera, porque ahí no hay partera y el Ministro de Salud se pasa diciendo boludeces por los medios en cuanto se le pregunta de cuestiones sobre esto; de que hay todo y que el ciudadano nomás es el mentiroso. El marido que acompañaba a la parturienta también es peluquero y días anteriores se había comprado una tijera y la dejó en la lancha y como este parto fue de urgencias y a orillas del río, la única salida era cortar el cordón umbilical con una tijera.
Esto es de novela, pero de terror; cómo es vilipendiado, humillado y mantenido de rehén el paciente en Paraguay. Damos otro caso, en CDE a cada 15 días se forman filas para ser atendidos por una retinóloga. Esta viene, le pone la gotita al ojo del paciente, cuando le toca su turno, después de esperar horas, ingresa a su escritorio, le mira, le dice sentate, y le dice si está bien o hay que hacer algo. Seguidamente receta una pastillita o unas gotitas para ponerse y chau. En muchos casos las gotitas o los medicamentos no son compatibles con el paciente y hay efecto colateral. Dónde va recurrir este rehén? A ningún lado, porque ella ya volvió a Asunción y sólo vuelve en 15 días. Y cuando uno corre a un oftalmólogo normal este le deduce su dolor con una respuesta “y vas a tener que esperar que ella regrese”.
Entonces qué es lo que somos ante retinólogas, endocrinólogos, y otras especialidades que solamente vienen de la capital y vienen cuando quieren y hacen lo que quieren. Se les paga y estos se esfuman, y ahí el paciente se somete, secuestrado por el dolor, agobio y la desesperación. Esto el ministro supuestamente no ve, pero es la mentira más grande de Pinocho, que no pueda hacer un método que rija en todo el país, ya sea hospitales, sanatorios del Estado y privados. Caros lectores, nuestro país cada día más está en terapia intensiva y creemos que la única salida para solucionar todos estos casos que faltan en nuestro país, por la desidia de politiqueros, hurreros, gobernadores, seccionaleros, intendentes, convencionales, ministros de la Corte, senadores, diputados, y hasta el propio presidente que solamente sirven una vez estando en el mando para saquear al Estado en nombre de la patria. Debemos salir a la calle a buscar una respuesta cierta y no solo promesas que más una vez nos hagan de rova tavy, estos parlanchines que hace tiempo están empotrados en el gobierno paraguayo.
Debemos exigir al gobierno y al ministro de salud, sea quien sea, que las clínicas privadas, sanatorios y del estado, tengan todas las especialidades y cuando uno va de vacaciones, pueda tener un sustituto para atender a ese carente rehén secuestrado por el dolor y el agobio.
