CIUDAD DEL ESTE (tendencias, por Carlos Roa) El orgasmo es el punto álgido de la excitación sexual y se produce cuando la tensión sexual alcanza el máximo. Se libera así toda la presión de tu cuerpo y de tus genitales. De hecho, cuando lo tienes, una placentera sensación de bienestar recorre tu cuerpo, más conocido con el murmullo che mo pirimbaité. Son muchos los interrogantes que hay alrededor del orgasmo, aunque se haya experimentado. Cuando las mujeres tienen un orgasmo sienten varias contracciones con un intervalo inferior a un segundo, que van disminuyendo en frecuencia, intensidad y duración. Esta respuesta no solo está localizada en la pelvis, sino que es general en todo el organismo.
¿Cuáles son los síntomas del orgasmo femenino? Aumento de la presión arterial, la respiración y la frecuencia cardíaca. Contracción del útero y la plataforma orgásmica. Sensación subjetiva de plenitud o explosión de placer. Después del orgasmo, la mujer atraviesa una fase de recuperación del estado previo a la excitación. No obstante, si vuelve a ser estimulada antes de que se reduzca esa tensión sexual, puede presentar una serie de orgasmos sucesivos.
Uno de los orgasmos que tienen las féminas es el Vaginal, La causa del orgasmo vaginal responde a una estimulación exclusiva y deliberada de la vagina. Asimismo, cabe la posibilidad de que el roce del clítoris u otras partes del cuerpo durante el proceso colaboren en él. No obstante, para tener un orgasmo vaginal no ha de producirse una estimulación intencionada de otras partes del cuerpo. Otra de las causas del orgasmo vaginal puede ser la estimulación del punto G. Sin embargo, esto es algo que los expertos todavía debaten en la actualidad.
- Clitoriano, Ubicado en la parte anterior de la vulva, el clítoris está caracterizado por tener un haz de más de 8000 terminaciones nerviosas. Cuando una mujer se excita, actúa de manera similar a un pene, es decir, se agranda, se hincha y se pone mucho más sensible. Es el centro del placer femenino y la forma más sencilla de experimentar un orgasmo, debido a que su acceso es muy sencillo. Para conseguirlo, se debe lamer, acariciar o presionar de una forma rítmica y cuidadosa, dada su sensibilidad, para que la estimulación no pase de placentera a molesta.
- Anal Aunque no es tan común, es tan satisfactorio como los anteriores. Para un orgasmo de este tipo es necesaria una gran estimulación previa, un preservativo y una gran cantidad de lubricante. Al no ser una práctica habitual, en las relaciones genera mucha expectativa. Además, si se practica de una forma adecuada, sorprendentemente, se puede experimentar una sensación muy placentera.