JUICIO POLÍTICO YA, PARA TODOS LOS BADULAQUES TRAIDORES

Un nefasto animal político vendepatria y delincuente

CIUDAD DEL ESTE (Judiciales, por José Luis Simón) El vicepresidente Hugo Velázquez debe ser enjuiciado políticamente, y tras su destitución constitucional y legal, su caso debe ir a la justicia, para que esta se pruebe como tal. Si Abdo Benítez y los Añetete pecan de omisión en esto, quienes lo salven estarán demostrando que son cómplices del estado de corrupción, el peor de los crímenes que nos oprimen, porque el caldo de cultivo del terrorismo y crimen organizado y sin justificarlos, es la impunidad de los politiqueros de todos los partidos y de los poderosos de turno enriquecidos como los Velázquez.

El diario Última Hora hace un aporte informativo, con pistas para comprender el papel antinacional y antidemocrático, y constitucionalmente reñido con sus funciones de Vicepresidente de la República, que tuvo en la gestación de la crisis político-institucional derivada del “Acuerdo Itaipú”. Es un Traidor a la Patria, aunque tan grave calificativo no se encuentre en la CN de 1992 y tampoco haya sido contemplado como tipo penal en el Código Penal de 1997, ni en sus modificaciones. Existe, sí, pero en el obsoleto Código Penal Militar (1980), que en su Título II, Cap. I lo estatuye como “delito”.

Leemos en UH y concordamos con el título de la noticia: “Denuncias de corrupción siguieron a Velázquez a lo largo de su vida pública”, seguido por el significativo epígrafe de la foto: “En el ojo de la tormenta. El vicepresidente Hugo Velázquez está acusado de haber intermediado a favor de una empresa brasileña en detrimento de los intereses paraguayos”. Velázquez no tiene una frondosa y enaltecedora hoja de vida: lo que tiene es un listado enorme de sospechas, que de existir Justicia en Paraguay, terminarán engrosando un muy preocupante tomo de múltiples prontuarios: constitucional, penal, civil, administrativo…

¡Y eso sin mencionar sus actividades no oficiales, recopiladas por los servicios de inteligencia de los que se nutren los fiscales de crímenes horrendos en EUA, para solicitar a un juez la detención de legal y legítima de una persona, aunque sea extranjera y no esté radicada en ese país, siempre que sus hechos punibles se inicien, desarrollen o tengan efectos criminales para la jurisprudencia norteamericana y leyes internacionales vinculadas!

Velázquez es un serio candidato a tener su propio volumen en una futura Enciclopedia Paraguaya del Crimen Organizado de la Politiquería (de lesa Patria y Humanidad) y también en el de la “fiscalería” (rima con mampostería, la apariencia del orden constitucional), neologismo que acabo de acuñar para referirme al mundo del hampa institucionalizado que todavía impera en el ¿Ministerio Público? Tal invención nos permite acuñar otro rótulo deshonroso y jurídicamente reprochable, por haber sido incubado, nacido y ejecutado en algún grado, si bien no legislado todavía: el de la “magistraturía” (¡ideal para rimarla con idolatría de lo legal en contra de lo justo), que es también una manifestación del crimen organizado, en este caso bajo la forma de utilizar la ley para realizar y mantener un estado sistemático de impunidad e injusticia. Este proceso, está muy lejos todavía de haber empezado a desarmarse en el ¿PJ? apenas con la inclusión de cuatro nuevos integrantes en la ¿Cortes Suprema? A los nuevos los juzgaremos por sus actuaciones jurisdiccionales de ministros del ¿Poder Judicial? A los otros los conocemos por las excrecencias excrementicias (¡acuerdos y sentencias!) con las que bombardearon la tan débil historia de la Justicia en el Paraguay.

“Para el ‘politiquero’, es el partido el fin y nervio de toda su acción. No tiene idea sino pasiones. La Constitución es un estorbo para él y sus disposiciones castillos en el aire, ilusiones vacías, sin alguna realidad práctica. En lugar de aportar su dinero a su política, viene por la política a buscar el dinero del presupuesto, para una vez obtenido emplearlo en mantenerse en la situación o en el cargo. La acción del ‘politiquero’ está divorciada del ideal; no piensa en la patria, ni en sus instituciones, sino en su persona, en sus conveniencias particulares.

No concluyo sin antes decir que Velázquez, todavía muy influyente en los sótanos de los crímenes de humanidad que se siguen perpetrando en la Fiscalía bajo Sandra Quiñónez, es de rancia estirpe “nicanorista” (NDF), quien siendo presidente perpetró la frase aquella tan escalofriante, la de “pulverizaré a la Corte”. NDF es también un multimillonario politiquero desde su incursión politiquera en la politiquería colorada pos 1989, y es el actual director general paraguayo de Yacyretá. ¡Es el antimodelo de servidor público y ciudadano que sigue Velázquez!

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