CIUDAD DEL ESTE (Corrupción, por Carlos Roa) Cómo sería el Paraguay si una entidad tan importante como lo es la Dirección General de Migraciones tuviese la compostura que debe tener para semejante responsabilidad que tienen con la nación, tanto con los ciudadanos, como con la salud, con la política incluso con la seguridad nacional y además esta dependencia es la que nos representa a nivel internacional. Sin embargo es a la que menos le interesa lo que sucede en el país, los funcionarios dentro de la institución solo se preocupan por llenarse los bolsillos sin importar a costas de quién o quiénes lo están haciendo.
Tanto es así que durante la pandemia, donde lo primero que se hizo fue la inconstitucional cuarentena obligatoria, se olvidaron de atajarle a la gente que llegaba de vacaciones, no se cerraron las fronteras para los camioneros que entraban y salían y simplemente mientras muchos estábamos encerrados tratando de sobrevivir, se permitió que los que venían de afuera traigan consigo la enfermedad de la que tanto terror y drama lograron causar. Además estamos llenos de delincuentes extranjeros, no solo los del PCC que son los más reconocidos, también estamos llenos de pedófilos, cafichos, narcotraficantes, incluso trata de niños y mujeres, empresarios golondrinas, piratateros.
En las ciudades fronterizas es donde más se siente el sistema de corrupción ya que nos vemos invadidos por extranjeros indocumentados los más caraduras y con documentos los que tienen más poder adquisitivo pero que lo consiguieron de forma fraudulenta gracias al operativo documentos sensibles donde se cobra en dólares la adquisición de papeles para la residencia temporal y permanente, y donde la firma es veloz con una posterior repartija entre los integrantes de este esquema donde tenemos involucrados a personajes como Adrián Mieres, Víctor Peralta, Fabio Espinoza, Hugo Vera Faca, Ever González y que según las fuentes estos trabajan con el único objetivo de recaudar dádivas para la ludópata Ángeles Arriola, este esquema debe ser cortado de raíz para que esta institución pueda cumplir el estándar internacional y sobre todo velar por la seguridad de los ciudadanos.