CIUDAD DEL ESTE (Economía, por redacción) El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el producto interno bruto (PIB) de Paraguay crezca el 4 % en 2021, aunque advirtió que existen “perspectivas muy inciertas” por la evolución que pueda tomar el coronavirus en los próximos meses y su impacto en la economía. En su informe conocido como Artículo IV, difundido este martes, el FMI cita como motivos de esa incertidumbre “los riesgos a cercano plazo”, como una segunda oleada de contagios y muertes que obligue a adoptar de nuevo restricciones sanitarias o las dificultades para reactivar por completo el comercio fronterizo con Brasil y Argentina, donde la epidemia está más descontrolada.
Además, el FMI recordó que la demanda mundial y los precios de las materias primas se pueden ver afectados si la pandemia se alarga, y a eso hay que sumar también las condiciones climatológicas, que pueden afectar negativamente en las cosechas de un país como Paraguay, muy dependiente del sector primario.
“Una vez que Paraguay se haya recuperado firmemente de la crisis del covid-19, la cuestión clave en adelante será cómo sostener el crecimiento rápido de los ingresos reales debido a que los factores que impulsaron el crecimiento en la última década, como el auge de los precios de los productos básicos, probablemente brinden menos apoyo de aquí en adelante”, apuntó el Artículo IV del FMI.
Para lograr ese crecimiento del 4 % del PIB para 2021 y mantener la estabilidad macroeconómica del país a largo plazo, el FMI insistió en que Paraguay debe mejorar todavía su capital humano, el clima de negocios y la gobernanza.
“Las calificaciones del Paraguay en estos indicadores son deficientes, no solamente comparadas con países avanzados, sino también con países de mercados emergentes, incluso los de la región”, explicó el informe.
El FMI apostó también por la vuelta al tope de déficit del 1,5 %, como establece la Ley de Responsabilidad Fiscal, que este año aumentó al 2,8 %, con el visto bueno del Congreso.
El FMI recomendó poner “límites más estrictos” sobre el aumento del gasto corriente y estimó necesario en el futuro “recortar las inversiones públicas” para dejar espacio a la inversión en educación e infraestructuras.
Para ello, también instó al Gobierno paraguayo a seguir adelante con la reforma del Estado, del servicio civil y la racionalización de las compras públicas.
Asimismo, en este informe, el FMI valora que, desde su perspectiva, sería “necesario” aumentar los ingresos tributarios ya que “son muy bajos en comparación con las normas internacionales”, aunque reconoció que una mejora de la administración tributaria “no sería suficiente para cerrar la brecha de los ingresos”.
La otra reforma a la que apuntó el Artículo IV es la del sistema de pensiones, puesto que en la actualidad “no existe supervisión financiera ni vigilancia reguladora de las actividades de los fondos de pensión”.
Si bien el FMI felicitó en este informe a Paraguay por la reducción de la pobreza entre 2002 y 2019, gracias al fuerte crecimiento económico registrado en ese tiempo, teme que el retroceso de estos meses empeore las cifras de pobreza en el país. El FMI sostuvo que “el daño social de la epidemia probablemente será considerable”, por lo que urgió a las autoridades del país a poner “énfasis” en la recuperación social y no solo económica.
Según sus análisis, la pandemia “está revirtiendo una parte del avance logrado” en la reducción de la inequidad social, ya que los más afectados por la paralización de la economía fueron las personas de menos ingresos.
A eso se suma el cierre de los colegios desde marzo, con las consiguientes dificultades de muchos alumnos para seguir las clases virtuales, a lo que hay que añadir que los estudiantes paraguayos “tienen bajas calificaciones en el PISA cuando se realizan comparaciones internacionales”, sin que estas cifras hayan mejorado en la última década.
Al margen de las tareas pendientes que tiene Paraguay para recuperarse de la pandemia, el FMI valoró de manera positiva la actuación del Ejecutivo para hacer frente al impacto del coronavirus en el país.
Paraguay decretó el confinamiento total en marzo, apenas unos días después de que se confirmara el primer caso de coronavirus en el país.
Con estas medidas, el país quiso ganar tiempo para abastecer de material sanitario a su frágil sistema de salud y contener también la propagación de los contagios.
Además, las autoridades del país pusieron en marcha distintos programas sociales y económicos, tanto para trabajadores formales e informales.
“La intervención rápida y contundente del Gobierno ayudó a contener el impacto sanitario, social y económico de la pandemia”, determinó el informe del FMI.