CIUDAD DEL ESTE (Nacionales, Redacción) Tras la nueva suba del combustible y la inflación, desde la Capasu y el Centro de Almaceneros reconocieron que las ventas cayeron en los distintos comercios. Alberto Sborosky, presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu); Luis Ibarra, del Centro de Almaceneros, y Marcelo Estigarribia, ministro de la Secretaría de Defensa al Consumidor ( Sedeco) hablaron este martes respecto a la inflación a nivel país en el programa En Contexto, emitido por NPY.
Durante su intervención, el titular de la Capasu manifestó que el combustible es el producto principal en toda la cadena logística, por lo que su reajuste impactó directamente en los precios de los distintos productos de la canasta básica familiar.
Asimismo, el empresario reconoció que con la suba de los costos “no hay margen de ganancia”. Esto debido a que el comportamiento del consumidor se modificó en los últimos tiempos, ya que ahora “solo va a comprar lo esencial” y ya no lo hace en cantidad.
“La gente tiene, por ejemplo, G. 10.000 para comprar un tomate, que antes compraba un kilo y medio y hoy compra un poco menos de un kilo. Entonces, el volumen (de venta) va cayendo y cae directamente el margen. (El cliente) se lleva lo esencial. Hay categorías, como productos de bazzar, que han caído bastante”, aseveró, añadiendo que dicho fenómeno se registra desde el inicio de la pandemia y que el sector todavía no se pudo recuperar.
No obstante, Sborosky aseguró que, pese al proceso inflacionario en el que nos encontramos en la actualidad, hay algunos alimentos que presentan reajustes a la baja.
“Hay precios que bajan en medio de tantas subas. El precio del cerdo ha caído entre el 20 y 25% en los últimos meses, así como la costilla vacuna también ha mirado para bajo. No podemos saber qué va a pasar, pero sí hay también algunas cosas que destacar”, resaltó el representante del gremio de supermercados.
Por su parte, Ibarra, representante del sector de los almaceneros paraguayos, coincidió con el titular de la Capasu respecto a que las personas actualmente solo buscan comprar lo más necesario en el hogar, por lo que se registra una caída en las ventas.
“La venta cayó en el sentido de que la gente compra menos, pero solo lo justo. La galleta subió un 71% desde el principio de año. El pan lo estamos vendiendo a G. 12.000 el kilo y esto hace que la gente coma menos”, expresó al respecto el trabajador.
A su turno, Marcelo Estigarribia, titular de la Sedeco, señaló que la institución actualmente realiza un monitoreo de la canasta básica familiar, cuyo trabajo se centra en controlar los costos de los supermercados de Asunción y el área metropolitana y señaló que de ahí se comunican los precios al consumidor final.
“A raíz de este trabajo de monitoreo, hay un cambio en la conducta del consumidor, que hoy en día es más previsor. Cambió hábitos porque está buscando ventajas, apela mucho a las ofertas”, expresó el funcionario.
Si bien, Estigarribia dijo que la Sedeco busca siempre combatir los reajustes excesivos, aseguró que la institución “no tiene atribución legal para fijar precios” ni abrir sumarios por este tipo de hechos contra las empresas, ya que esto le corresponde a la Comisión Nacional de la Competencia (Conacom).
Tras la nueva suba del combustible registrado días pasados, representantes de emblemas privados también señalaron que las ventas de los carburantes cayeron alrededor del 20%. Trabajadores del volante ahora presionan por lograr una reducción de al menos G. 1.500.