Triste historia de un cazador de paradigma

Pablo Medina, periodista fallecido
Pablo Medina, periodista fallecido

Rosendo-DuarteRosendo Duasrte. Corresponsal de ACB,en Salto del Guaira

Una conmovedora y triste historia de un hombre que siempre buscó descifrar los paradigmas de la vida, se trata del extinto compañero de labor, Pablo Medina, que días pasados cumplió un año de su asesinato en manos de sicarios de frontera que viven en la sombra de los delitos, para vivir acorde con un Rey o como los grandes gánster de la época de la Ley seca de los EE.UU.

Vinculados a la realidad de esta conmovedora es lo tétrico, que deberían estar alertas para defender cualquier necesidad del ciudadano paraguayo, estos son los peores bandidos de este país emponchados  con el color rojo o el azul, más conocido como partido colorado y partido liberal.

En este caso, hablamos del mandante del asesinato “Neneco” Acosta, quien se vinculaba en la zona de Canindeyú, con la famosa madrina de los narcos – delincuentes peligrosos, asaltantes y contrabandista, la actual diputada Cristina Villalba, con un decano de la mafia de frontera, su propio hermano, Carlos Cabrito Villalba, dedicado al tráfico de vehículos robados del Brasil, al tráfico de estupefacientes, cigarrillos y otros artilugios, reveló la fuente.

Lo más tétrico es el propio compañero de Pablo Medina, corresponsal en la ciudad de Salto del Guairá, el sonado Rosendo Duarte, quien vivía rodeado de la mafia fronteriza de esa zona y que tal vez ya sabía del plan para ejecutar a Pablo, porque éste, habría descubierto pistas clandestinas donde pisaban y despegaban aeronaves de estupefacientes de los clanes del narcotráfico de esta zona.

Este Rosendo en cambio, se pasaba disfrutando y no publicando, y haciendo la vista gorda de que nada ocurría por ahí, y lo más llamativo del caso de este corresponsal de ABC, tomaba clases de pilotaje con un costo de 10 mil dólares y que muchos sabían y saben que él no tiene estancias, ganados, ni siquiera una fábrica de helados palito.. entonces, de dónde vino la plata? Más de cientos de personas saben, pero no lo dicen en voz alta por temor y esta narrativa, así como la historia de Pablo Medina, ya tiene un fin, porque es conducido con chicanería en un país conducido por la bandera de la impunidad, que tal vez dentro de 365 días más, esto ya se quede en el libro de los guiness, con un título en negrita diciendo esta frase: OPAREÍ.

 

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