CIUDAD DEL ESTE (Realidad social, por Redacción) Mba’epa he’ise obsoleto?? Signfica que ya no se usa, que quedó desactualizado, que no sirve en los tiempos de hoy como alguna vez sirvió, que es antiguo o anticuado. Así es el ser humano, hoy te das la vuelta y hay una máquina haciendo el trabajo que antes hacían cuatro personas, encima esta máquina no come, no se enferma, no falta por enfermedad, lluvia, duelo, no le agarra chikungunya, ni dengue, ni covid, tampoco tiene hijos para ir al día del padre, de la madre, o de la familia, ni las reuniones escolares, no pide aumento salarial, no pide IPS, no anda pirevai, y lo más importante hace el trabajo sin chistar hasta la hora que el patrón le apague.
Ese tipo de tecnología lentamente llega a Paraguay, de a poco los ciudadanos seremos desplazados por máquinas que harán el trabajo mejor que nosotros, de forma más rápido y con muchísimo menos margen de error. Al comienzo de la era tecnológica la idea de las máquinas era con el fin de apoyar al hombre, colaborar, ser un soporte que brinde comodidad y agilidad, pero el trabajo lo seguía realizando el ser humano, donde la máquina solo era una herramienta, que sin el hombre se volvía inútil. Ahora no, las máquinas desplazan por completo al hombre y la realidad paraguaya irá tomando otro curso. Esta primera aparición significativa, llamativa y que nos hace sentir de primer mundo se dio en un supermercado de la capital, donde se implementó el uso del “Self Checkout” es decir, el auto cajero o podríamos decir cajero autónomo también, en fin, el punto es que el cliente puede cobrarse a sí mismo, pasar sus productos, ver los precios y pagar, preferentemente en tarjeta. Este tipo de cobranzas ya se utiliza en otros países, pero les quiero comentar específicamente acerca de los países asiáticos como Corea y Japón donde la mayoría de los servicios al cliente están independizados, es decir lo hacen a través de una máquina o computadora pero no con una persona de Atención al Cliente.
Esto se ve incluso en las Unidades de Salud, donde a través de una especie de robot deben seleccionar los síntomas que tienen, o el especialista con el que quieren consultar, también en los restaurantes deben ordenar la comida a través de una Tablet y luego irse ellos mismos a buscar, incluso las mesas cuentan con cajones donde se almacenan los cubiertos y de esa forma no necesitan mozos que atiendan las mesas. Todo esto es quizás muy lindo, muy futurista, pero la realidad es que en la sociedad paraguaya, donde ya es difícil salir adelante y conseguir trabajos que paguen lo mínimo, se torna una situación bastante deprimente, entre la batalla por lograr superarse estudiando y aprendiendo nuevas habilidades, ahora se suma la competencia más difícil, las máquinas.