En el Paraguay, tenemos un verdadero paradigma laboral. Resulta que está en vigencia en nuestro país la Legislación del Trabajo, compuesta por varias leyes, como la ley 213/93 del Código del Trabajo, la ley 742/61 del Código Procesal del Trabajo y la legislación complementaria de estas leyes. Existe un compendio de más de 500 páginas que legisla y reglamenta todo lo concerniente al trabajo, ya sea para el patrón como para el empleado o funcionario. Ahora bien, una situación que genera el paradigma es que, por un lado, es muy difícil hoy día conseguir un puesto laboral, a raíz de la crisis económica que impera, pero por el otro lado, las veces que alguien de buen corazón quiere ofrecer un empleo digno a alguien, vemos que muchas veces la persona beneficiada se aprovecha de esta situación para sacar provecho y de ser posible, embaucar al empleador recurriendo a métodos de farsa, mentiras y engaño, para así apropiarse de la mayor cantidad de dinero posible, en connivencia con letrados aprovechadores y abusivos y una justicia que generalmente sale a favor del empleado y en contra de la patronal, sin llevar siquiera en cuenta los pormenores de esa situación.
Uno de los métodos más utilizados es el famoso certificado de trabajo, donde la empleada prepara un plan maquiavélico, cuyo primer paso es hacerse del amigo con el patrón. Una vez establecido el vínculo de confianza, prepara el golpe; le pide a su patrón un certificado de trabajo con datos adulterados o falsos, como ser la antigüedad en el empleo o el monto que percibe como remuneración, supuestamente para utilizarlo para sacar un préstamo bancario. Sin embargo, la verdadera intención subyace en preparar sigilosamente una millonaria demanda laboral contra el patrón, utilizando este certificado, que el jefe firmó de buena voluntad, para darle una ayuda a su empleada. Uno de los casos más resonados en el Este es el de Claudia María Gómez, utilizando este método con su concubino, cómplice y oficinista del Poder Judicial Carlos Mercado, quienes recurrieron a este esquema con la mentira de que habían solicitado el certificado de trabajo para sacar un préstamo, sin embargo, dicho documento jamás fue presentado para sacar un crédito, sino fue usado únicamente para presentar una demanda laboral por supuesto despido, contra el director de Noticias del Este, Carlos Esteban Roa.
En un momento dado la jueza de la causa dijo que caso como éste hay muchos y que saben que las empleadas cometen este tipo de estafa, pero no se puede hacer nada, porque ya se firmó el documento. Caí en una trampa, pero la empleada cometió el delito de lesión de confianza. De esta manera y con esta nueva Legislación uno debe atender bien a quién contratar para funcionario, evitar la expedición de certificados de trabajo, por más que la empleada sea muy amiwi del patrón, porque después le puede costar muy caro la amabilidad.