CONNIVENCIA CON POLITIQUEROS SIN – VERGUENZAS CARADURAS
CIUDAD DEL ESTE (política) Alejados de ser ejemplos de ciudadanos que actúan de buena fe, los políticos procesados por la Justicia son los primeros en recurrir a maniobras para dilatar sus causas y así llegar a una extinción o prescripción. El caso más emblemático es el del senador colorado Víctor Bogado, acusado de haber mentido y utilizado sus influencias para que Gabriela Quintana, la supuesta niñera de oro, obtenga un doble salario del Estado. No es el único congresista que utiliza su poder político para escapar de la Justicia. Los ministros de la Corte no tienen la voluntad política para castigar las chicanas de los sin – vergüenzas caraduras. Y de esta manera, la máxima instancia judicial se convierte en una cómplice tácita de la impunidad de la clase política. Y bueno, algunos se preguntarán, y quién le va dar un castigo ejemplar a los ministros de la Corte que también son chicaneros y que están empotrados en sus puestos solo para fracturar la justicia y facturar las causas.
Mediante los engaños del senador Víctor Bogado, según la Fiscalía, Gabriela Quintana cobraba sueldos en dos instituciones. La acusación es por cobro indebido de honorarios y estafa. Otro cuestionado es el senador Enzo Cardozo, acusado de lesión de confianza y estafa, se comió toda la plata durante su gestión como ministro de Agricultura de Frauderico Franco.
El otro sin – vergüenza del Parlamento, el colorado José María Ibáñez, acusado de pagar con dinero del Estado a empleados de su quinta privada en Areguá, también esquiva a la Justicia hace años, al igual que su colega, también de la ANR, Óscar Núñez, este último procesado por presuntas irregularidades durante su gestión como gobernador de Presidente Hayes.
Estos ministros atornillados tienen los artilugios para castigar a los parlamentarios y politiqueros corruptos, sin embargo, nada hacen por lograr la condena de los que se enriquecieron con el dinero del pueblo y mucho actúan contra los abogados chicaneros, verdaderos expertos en dilatar, frenar o congelar los procesos que se le siguen a sus clientes, y pagados con la plata que debía ser invertida en educación, salud, obras, vivienda y empleo digno.