CIUDAD DEL ESTE (locales, por Carlos Roa) Días pasados en una polémica entrevista entre el intendente de Fernando de la Mora y periodistas de radio Abc – Cardinal, conducido por Roberto Sosa y Enrique Vargas Peña, debatieron la cuestión de conducir en zapatillas o con taco alto para las mujeres. Y entre dimes y diretes esta cuestión se puso caliente, porque algunos alegan que conducen su vehículo de cuatro ruedas descalzos y que es más cómodo para ellos. Y muchos lo hacen con zapatilla, como principalmente los conductores de vehículos grandes semirremolques. Generalmente dirigen en zapatilla, turbinados bajo efectos del alcohol para apaciguar el cansancio. Manuel Gamarra, jefe de la policía municipal de Asunción, dijo que conducir en zapatilla es lo más peligroso que existir, tanto en vehículos grandes, chicos o motos, porque el pie suda y al tratar de frenar, se puede resbalar la zapatilla y uno comete en fracción de segundos, un accidente fatal. Lo que sería conducir en moto peor todavía, porque no tan solo estos motociclistas viven sobre la cuerda bamba al conducir de esta manera, como conocemos más, pynandi, que también podrían tener sudor en el pie ha ipy syry hikuai ha pepe ya amóntema. Y para peor caso, estos se rompen el metatarso y de ahí el pueblo trabajador tiene que poner de su bolsillo para comprar algunos clavos de platino para recomponer el pie de ese individuo descarado, irresponsable e incompetente motoqueiro.
Y en Ciudad del Este esta situación es realmente aberrante, donde circulan diariamente miles y miles de motociclistas sin registro de conducir, sin habilitación y sin cédula verde. Pero lo más grave es que tampoco cuentan con cascos, espejos retrovisores, chalecos reflectivos, con 2 o 3 criaturas, en fin una sarta de irregularidades, pero acostumbrados a andar con un 20 mil ´i en su bolsillo, cuando le para un zorro, este ya pone el dinero en el pulgar y le saluda con un apretón de manos. Y como se suele decir le balbucea al policía de tránsito, ¿iya pyte so´o hina epillá?