AL CORO DE “NI UNA MENOS” MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SIGUEN SUFRIENDO EL ABANDONO DE LA JUSTICIA

CIUDAD DEL ESTE (redacción) Al compás de los preparativos de la marcha del 8 de marzo, donde cientos de grupos alrededor de todo el mundo se organizan exigiendo igualdad de condiciones laborales, seguridad, respeto y bajo la bandera de “Nos están matando” también en Paraguay las organizaciones feministas, los medios de alcance nacional pero sobre todo los políticos quienes utilizan esta crisis social como propaganda para hacerse notar, se están preparando para reclamar “igualdad y justicia” para las mujeres. Sin embargo esa justicia y esa igualdad solo tiene eco en estas fechas.. la realidad es que son miles las mujeres que hoy están pidiendo auxilio por todos los medios a su alcance esperando que la justicia actúe y las proteja de hombres que amenazan con su vida, generalmente actuales o ex parejas, pero también delincuentes al azar, padres o hermanos. Es tan hipócrita querer apoyar estas marchas desde una posición de poder, desde la política, cuando en la realidad no son capaces de mover un dedo para agilizar el sistema judicial, ajustar las leyes, crear verdaderos sistemas de protección que resguarden la integridad de las mujeres y sus hijos, y sobre todo que esta justicia sea para todas, no solo para quienes tengan los contactos claves o el poder adquisitivo suficiente para comprar su seguridad.

 

En redes sociales circula la denuncia pública que realizan familiares Gabriela Ortigoza que está siendo víctima del acoso y la violencia de su ex marido Luis María Vanni Gonzalez, quien a pesar de tener varias denuncias por violencia sigue libre y campante acosando y agrediendo a su ex pareja.

Esta no es la primera vez que Vanni es denunciado por acoso y violencia, ya que la madre de su primer hijo había también agotado las instancias judiciales buscando vivir en paz, desfilando por los juzgados sin obtener respuesta hasta que finalmente tuvo que dejar Ciudad Del Este y mudarse a otra ciudad para poder llevar una vida tranquila con su hijo.

Ahora los familiares de Gabriela Ortigoza decidieron hacer público el martirio de esta ya que no sirven de nada las denuncias ni las restricciones impuestas contra el sujeto, tanto es así que nuevamente buscó el modo de acercarse a ella y ante su negativa le atropelló retrocediendo por su vehículo cuando esta trataba de alejarse.

Hasta donde debe llegar la violencia para que una mujer pueda obtener seguridad y justicia en nuestro país?? Será recién después de su muerte y entrando a la estadística de feminicidios y niños huérfanos que pasará a ser un asunto importante para los entes encargados de resguardar su integridad? Cuantas mujeres sufren hoy el maltrato y la violencia de su ex o actual y al final prefieren no denunciar, sabiendo de ante mano que no tendrán protección y que las represalias del maltratador pueden ser aún peor.

Urge una reforma judicial en Paraguay, el caso de Gabriela Ortigoza es solo una muestra de la realidad que viven las mujeres víctimas de maltrato en nuestro país.

 

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