INTERNACIONAL (Policiales, enviado especial) Compartimos este terrible crimen que ocurrió en Río de Janeiro, en Brasil. Según la policía, la mujer creía que mantenían un affaire (encuentros sexuales sin compromiso) Es increíble cuando la realidad supera la ficción, hay que consumir menos series y novelas y pisar la realidad, esta historia deja un muerto, una familia deshecha, una detención.
Una mujer murió después de comer una caja de chocolates envenenados que le habían mandado de manera anónima para su cumpleaños. Días después, detuvieron por el crimen a la exnovia de su expareja y la policía habló de un asesinato “por celos”.
La víctima fue identificada como Lindaci Viegas Batista de Carvalho, de 54 años, que vivía en la ciudad de Río de Janeiro. El sábado pasado recibió los dulces junto a un ramo de flores. Al no tener remitente, Lindaci dudó en consumirlos y según g1 en una visita a un salón de belleza hasta dijo que tenía miedo de comerse los chocolates “porque podían estar envenenados”.
Llamó a su exmarido para saber si sabía algo del presente. Él, en tono de broma, aseguró haber sido el responsable del regalo. Lamentablemente, el chiste fue fatal.
Al sentirse tranquila, la mujer decidió comérselos, pero enseguida comenzó a sufrir síntomas. Según su hermana, se les retorcían los brazos y ponía los ojos en blanco. Llamaron a una ambulancia y fue llevada al Hospital de Andaraí, donde llegó muerta.
Uno de los hijos de Lindaci incluso probó alguno de los chocolates, pero lo escupió enseguida porque le encontró un sabor extraño, según la tía del niño. No se sintió mal.
Cómo resolvieron el crimen
La resolución del crimen llegó gracias al delivery, que al enterarse de lo que había pasado, se presentó a la policía. Dijo que una mujer, Susane Martins da Silva, le pagó 90 reales para llevarle los chocolates.
“Hice una entrega inocente, y soy inocente. Tengo la conciencia tranquila. Cuando desperté, vi el reporte de una señora que murió con un bombón y pensé ‘yo fui quien hizo esta entrega’, dijo a los medios.