Lo que debes saber
sobre el aseo íntimo
Por Médico Ñana´i.
Usted se ducha, se lava el cabello, se pone desodorante. Pero ¿qué pasa con la limpieza de su área más íntima? ¿Cómo trata el olor vaginal? ¿Debe aplicarse una ducha? ¿Qué es una depilación con cera del área del bikini? Para muchas mujeres, eso es parte del aseo diario. Aquí le indicamos lo que debe saber acerca de las opciones. La cantidad de productos de aseo íntimo, desde limpiadores hasta aerosoles con fragancias, hasta toallitas refrescantes portátiles, está aumentando, pero realmente no son necesarios, de acuerdo con los ginecólogos.
“No necesita estos productos para uso rutinario,” dice la ginecóloga Dra. Christine O’Connor, directora de ginecología adolescente y cuidado de mujeres sanas en el Centro Médico Mercy en Baltimore. Incluso los productos comercializados específicamente para el área genital femenina algunas veces pueden irritar o alterar el balance normal del pH, ocasionando irritaciones e infecciones, advierte O’Connor. El baño regular, cambiarse la ropa húmeda o sudada, y evitar el uso repetido de ropa apretada, evitará olores desagradables e infecciones, indica.
Los jabones y limpiadores fuertes también pueden interferir con el balance del pH del cuerpo. Y así como puede disfrutar esos jabones y geles fragrantes, es mejor usar jabones suaves sin aroma y agua para la limpieza, principalmente jabón de coco, de esta manera, la chucha se queda chuchi. No es necesario limpiarse internamente, ya sea con productos íntimos (los cuales usualmente vienen con la aclaración “solo para uso externo”) o con una ducha, indica O’Connor. La palabra “douche” – francés para “ducha” – significa lavar adentro de la vagina con agua, o una mezcla de agua y vinagre, agua y bicarbonato o agua y yodo. Las mezclas vienen empacadas en una botella o usted puede hacer su propia mezcla. Estos se exprimen dentro de la vagina por medio de un tubo o boquilla.
Pero O’Connor explica que mientras menos experimente con su vagina, mejor. La vagina se mantiene limpia al crear un flujo mucoso que mantiene el pH balanceado y sustenta las bacterias ‘‘saludables” que mantienen las infecciones alejadas. Si este balance es alterado o lavado, podría terminar con infecciones bacterianas o candidiasis.