EL PANDEMONIUM DE LOS CONDUCTORES EN PARAGUAY

CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica, por Carlos Roa) Es realmente impresionante cómo nos manejamos en Paraguay con respecto a las leyes de tránsito, la educación vial prácticamente no existe en este país, y si existe sólo los niños de preescolar saben lo que significa una franja peatonal pintada en la esquina de una doble avenida. Una suma de situaciones negligentes, inconscientes, de personas que no cumplen con sus responsabilidades mínimas generando muchísimos accidentes de tránsito que acarrean un costo enorme al estado, a las familias  que deben lidiar con el accidentado y a los involucrados en los accidentes.

Aparentemente en todo el país se regalan los registros de conducir sin un previo análisis de si la persona a la que se está habilitando para circular en un vehículo motorizado está realmente capacitada para hacerlo, no sólo con los conocimientos necesarios de cómo desenvolverse en el tránsito sino también su situación psicológica y psiquiátrica, cuántos locos al volante existen actualmente cometiendo crímenes, atropellando animales y peatones y huyendo del lugar, personas que manejan transportes escolares, colectivos y otros donde llevan pasajeros exponiendo al peligro la vida de quien se les cruce enfrente.

Hay un dicho muy sonado de que si podes manejar en Paraguay, podes maneja en cualquier lugar del mundo!! y es que como si fuera un videojuego donde uno va conduciendo y mientras trata de no caerse en un bache, ya le sale una moto por la derecha donde van dos adultos y dos niños, todos sin casco, el conductor en zapatillas, los niños de cualquier manera uno sobre el tanque de combustible y otro apretado entre los adultos, más adelante un vehículo que para de la nada sin poner el stop, en el medio de la calle, ni siquiera se encosta, si salís en una calle principal cuidado con la nariz que un colectivo no te arranque al pasar a toda velocidad, si hay algún embotellamiento sea por mucho tránsito o por esperar en el semáforo fija que las motos se van a quedar al frente.  

Los controles de la policía de tránsito o caminera no son eficientes cuando uno viaja de CDE a Asunción estos te paran al menos cuatro veces, pero los lugareños pasan sin chapa, sin casco, en zapatillas, en motos destartaladas, o evidentes menores conduciendo y jamás les preguntan nada.

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