El presupuesto general de gastos de la Nación es elaborado anualmente, en base a las necesidades de un país, en todos sus diversos campos. Los encargados de elaborar este presupuesto anual son los congresistas, es decir, diputados y senadores, además del presidente de la República, titular del Poder Ejecutivo. En teoría, está bien que el presupuesto sea hecho por personas que supuestamente están capacitadas para hacerlo, sin embargo, en la práctica, esto redunda meramente en un festival del derroche que beneficia a los susodichos, es decir, ganan una dieta exorbitante, se autoasignan bonos, vales de combustible, viáticos, cargos para las yiyis, etc., dejando así de lado las necesidades del pueblo, que requiere de salud, educación, vivienda y empleo digno, autores principales del presupuesto de la República, pero son atendidos como pordioseros con migajas.
En la imagen, vemos a varios de estos privilegiados sin – vergüenzas y vividores caraduras, no apenas parlamentarios, sino también ministros del Tribunal de Justicia Electoral, exministros del Poder Ejecutivo, dirigentes politiqueros, en fin, gente de toda calaña, que hicieron o hacen un festival con los recursos del Estado paraguayo, como si ese dinero fuese de ellos, y no del contribuyente, que paga sus tributos esperando algún tipo de retribución.
Vemos a parlamentarios que contrataron a toda su parentela en la función pública, exministros que hicieron negociados de todo tipo para embolsarse los recursos genuinos del Estado, en fin, una parafernalia del derroche. Ya es hora que los privilegios a estos zánganos sean despojados, no sabemos de qué forma, si decapitándolos e implantándoles un zapallo, a estos chorros sabichondos de la politiquería paraguaya.