UNA HISTORIA QUE YA DURA 70 AÑOS

EL VIRUS MALIGNO DEL PARAGUAY, LOS COLORADOS CRETINOS Y SINVERGÜENZAS

 

 

CIUDAD DEL ESTE (el virus maligno, por Carlos Roa) Desde aquella guerra grande en 1865 cuando el Paraguay fue diezmado por culpa del oro blanco, donde disputaban británicos y americanos el monopolio del algodón y solamente Paraguay tenía la tierra para la mejor producción de algodón del mundo. Y fue allí según la historia, el gobierno británico regaló 3 millones de libras esterlinas al Brasil y 2 millones de libras a la Argentina, para que invadieren Uruguay, el aliado más cercano del Paraguay para después dar el gran salto y cometer genocidio a nuestro país, a quienes llamamos hermanos, expresión incómoda para los que somos re patriotas, no como algunos re patriados. La envidia de los países vecinos o de sus presidentes era que Paraguay territorialmente era mayor que todos los países de América del Sur y tenía todo lo mejor en nuestro país. Primera fábrica de yerba, armerías y economía floreciente y por culpa de esta trayectoria fuimos al debacle, nos convertirnos en los cimarrones de una política falsa, unos politiqueros sinvergüenzas y una justicia injusta dirigida por corruptos y corruptas al mando del partido colorratas.

Hace 70 años que este país padece en manos de un partido político que es el colo’o o colorado que solo viene diezmando los derechos del ciudadano común. Y a esto se le suman esta nueva plaga una alimaña convertido en una patología, gobernado por illuminatis y persona siniestras que actúan bajo la sombra para manejar al mundo. En Paraguay tenemos los illuminatis, mas conocidos como los sinverguenziti, saqueadoritis y mondacitis que a continuación verán en las imágenes quienes son el mal en nuestro país. Y por todas estas cruzadas de maldad, de tropello a los derechos del ciudadano común hoy estamos atolondrados y nos resguardamos en nuestra casa obedeciendo la voz del amo. Me hace recordar la historia de los cimarrones gobernados por los británicos, que hacían lo que ellos querían, los negros debían obedecer, si no lo hacían iban al tronco a sentir la lamida de un látigo en su espalda, que a cada llegada y salida llevaba un pedazo de su piel. Por estos cimarrones no tuvieron otra salida, como dice el viejo adagio, un cobarde cuando corre y corre y ya no puede correr, ¿qué hace? Es muy simple, se da la vuelta y encara a su enemigo, y es eso lo que nos falta hoy día a esta generación, que dejaron nuestros antepasados que lucharon con foizas y machetes enfrentando a miles de brasileños y argentinos por defender la soberanía. Es una pena que la tecnología da curso a otra herramientas más que nos deja harapientos, mendigo y enfermos. Enloquecidos o desvariados por las noticias de los medios vendidos o hipócritas que todo el día sale a repetir el libreto de estos mandamaes de turno y su gavilla de desalmados y sinvergüenzas políticos de cartulina. Horacio Cartes, Cale Galaverna, Euclides Acevedo, Teresa Martínez, Sandra Quiñónez, Enrique Baccheta, Nicanor Duarte, Lilian Samaniego, Miguel Cuevas, Nilda Romero, Benigno López, Zacarías Irún, Ernesto Villamayor, todos estos gracias a la bendición del tal Marito Abdo impresentable. Cuando será que creceremos una vez más en nuestro carácter de humano y saquemos las garra del valor y coraje para enfrentarlos a campo vierto a estos grandes granujas del país donde solo ellos podrán retroceder ni teniendo todas las armas bélicas en sus manos. Dice así un adagio, la unión hace la fuerza y la fuerza tiene la ciudadanía. Pero debemos ser todos y no unos cuantos.

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