ITAPÚA (Enviado Especial) En un asalto de película en el banco Regional de Pirapó, una gavilla de delincuentes detonó la bóveda y destruyó parte de la estructura de la sede. Los ladrones, con armas de grueso calibre, tiraron clavos Miguelito en su huida y luego incineraron los dos vehículos que utilizaron para el robo tipo comando.
En horas de la madrugada, a las 01:30 aproximadamente, una banda de delincuentes atacó la sede del Banco Regional en Pirapó, sobre la calle Asunción y camino que une con la ruta N° 6 Juan León Mallorquín.
Los malvivientes ocasionaron un gran destrozo en la estructura del edificio, producto presumiblemente de la detonación de la bóveda del lugar, de acuerdo con el reporte policial.
Los supuestos autores se desplazaban a bordo de dos vehículos de la marca Toyota, modelo Premio o Allion, ambos de color gris o plata, con armas de fuego corta y larga. En el lugar del hecho se encontraron vainillas servidas de armas de fuego y clavos Miguelitos esparcidos por la ruta y entrada al distrito de Pirapó.
A las 02:10 horas se encontraron ambos vehículos utilizados por los malvivientes, totalmente incinerados, al costado de una ruta conocida como el cruce Tamai, del distrito de Bella Vista.
Aún se desconoce el monto de lo sustraído.
Una vez que el gerente y funcionarios de la sucursal bancaria culminen las labores de arqueo, se podrá tener mayor precisión en relación al monto sustraído, mencionó.
La información que se maneja es que la bóveda fue cargada el día lunes, por lo que se presume que había una importante cantidad de billetes. “Se encontraron solamente 11 billetes de G. 100.000 y 30 billetes de G. 2.000, la caja fuerte está vacía”, refirió.
Para perpetrar este millonario robo, los asaltabancos -que serían entre 6 a 8 personas- utilizaron dos explosivos de gran potencia, uno para poder abrir la puerta principal de la bóveda y otro para la caja fuerte.
Posteriormente, huyeron en dos vehículos que habían sido denunciados como robados, uno en la ciudad de Ñemby y otro en el distrito de Yuty, y que luego fueron incinerados a unos kilómetros de la sede bancaria.
Los delincuentes también utilizaron armas de grueso calibre, a juzgar por las vainillas servidas halladas en el sitio correspondientes a fusiles calibre 7.62 y calibre 5,56, detalló Díaz.
El comisario indicó que tienen sospechas de algunos grupos criminales que podrían estar detrás del hecho, aunque seguirán recabando más datos para poder direccionar la investigación y confirmar la autoría.
“Si nosotros manejábamos información, tengan la plena seguridad de que íbamos a tratar de evitar al máximo que se cometa esto”, sostuvo el jefe policial, negando la posibilidad de haber manejado datos previos de inteligencia.
La Policía Nacional intensifica la búsqueda en toda la zona de Itapúa mediante el despliegue de diferentes unidades, a fin dar con el paradero de los asaltantes.