SEGÚN NUEVOS DESCUBRIMIENTOS EN ESPAÑA

EVOLUCIÓN DE LA TROMBOCITOPENIA INMUNE ES POSIBLE CONTROLAR

 

CIUDAD DEL ESTE (Salud y Ciencia, por Esteban Roa) La aparición de la trombocitopenia inmune (PTI) es “imprevisible” y su evolución no se puede determinar pero sí que es posible controlar su evolución con un seguimiento adecuado, según ha señalado la doctora Blanca Sánchez, del Hospital del Mar (Barcelona), en la I Jornada Nacional para Pacientes ‘Comprendiendo la PTI’. Este evento ha estado organizado por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y su Grupo Español de PTI (GEPTI), con el apoyo de Amgen, Argenx, Grifols, Novartis y Sobi. La aparición de la PTI se estima en tres o cinco casos nuevos por cada 100.000 habitantes, lo que supone en torno a 2.000 españoles.

 La PTI, explica la SEHH, es una enfermedad de origen autoinmune caracterizada por una cifra baja de plaquetas y se debe a una mayor destrucción plaquetaria y, en menor medida, a un defecto en su producción. El tratamiento de primera línea se basa en el uso de corticoides, asociados o no a inmunoglobulinas.

“La transfusión de plaquetas solo se realizará en casos excepcionales. La elección de las opciones terapéuticas de segunda línea dependerá de las características de la PTI y de la situación de cada paciente. En general, se suele recurrir a los fármacos agonistas del receptor de la trombopoyetina, pero también se cuenta con esplenectomía, fostamatinib o rituximab”, ha explicado.

Así pues, al tener una cifra baja de plaquetas, los pacientes con PTI no controlada “presentan un elevado riesgo de hemorragia, de tal manera que deben tomar determinadas precauciones si practican deportes de alto impacto, toman determinados tratamientos anticoagulantes o antiagregantes, o se someten a intervenciones quirúrgicas o dentales”, ha advertido la experta. En el caso de los niños, la enfermedad se produce por una infección vírica pero su evolución es favorable y no suele requerir tratamiento. “Si no hay una causa clara y, además, se sospecha de otra enfermedad de base, hay que hacer otras pruebas más específicas para tener un diagnóstico certero. Pero en ocasiones, los niños con PTI tienen que recibir tratamiento, sobre todo cuando hay sangrado significativo o cuando se cronifica la enfermedad”, ha apuntado Blanca Sánchez.

El tratamiento puede incluir varios enfoques, como medicamentos para aumentar el recuento de plaquetas o cirugía para extirpar el bazo (esplenectomía). Habla con el médico acerca de los riesgos y beneficios de las opciones de tratamiento. Algunas personas consideran que los efectos secundarios del tratamiento son más molestos que los efectos de la enfermedad.

El médico hablará acerca de los medicamentos de venta libre o suplementos que tomas y si necesitas dejar de usar alguno que pueda inhibir la función plaquetaria. Algunos ejemplos son aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y ginkgo biloba.

Algunos de los medicamentos para tratar la trombocitopenia inmunitaria pueden incluir los siguientes: Esteroides. Es posible que tu médico comience con un corticoesteroide oral, como la prednisona. Una vez que tu recuento de plaquetas haya retornado a un nivel seguro, el médico te indicará si puedes dejar gradualmente de tomar el medicamento. No se recomienda el uso a largo plazo de estos medicamentos porque pueden aumentar el riesgo de padecer infecciones, hiperglucemia y osteoporosis.

Inmunoglobulina. Si los corticosteroides no ayudan, el médico puede darte una inyección de inmunoglobulina. Este medicamento también se puede usar si tienes una hemorragia grave o si necesitas aumentar rápidamente tu recuento sanguíneo antes de la cirugía. El efecto suele desaparecer en un par de semanas.

Medicamentos que estimulan la producción de plaquetas. Los medicamentos como el romiplostim (Nplate) y el eltrombopag (Promacta) ayudan a la médula ósea a producir más plaquetas. Este tipo de medicamentos puede aumentar el riesgo de presentar coágulos sanguíneos. Otros medicamentos. El rituximab (Rituxan, Truxima) ayuda a aumentar el recuento de plaquetas al reducir la respuesta del sistema inmunitario que las está dañando. Pero este medicamento también puede reducir la eficacia de las vacunas, que pueden ser necesarias si más adelante eliges la cirugía para extirpar el bazo.

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