CONCEPCIÓN (Enviado Especial) Luego de una muestra de repudio generalizado hacia la supuesta ONG defensora de los Derechos Humanos que se instaló repentinamente en nuestro país, con aires de moralistas quisieron señalar los hechos ocurridos el año pasado donde la FTC abatió lastimosamente a dos niñas que debían estar con sus familias pero que fueron enviados por sus propios progenitores al encuentro con la muerte abandonándolas en el monte para que queden a cargo del grupo guerrillero organizado en nuestro país que más estragos ha causado hasta ahora, los autodenominados Ejército del Pueblo Paraguayo.
Además de que estos supuestos activistas burlaron a nuestro país como Nación al ingresar al Paraguay sin aviso, y querer realizar cualquier cosa que hayan querido hacer sin permiso siendo que Paraguay es un país libre e independiente, tengamos los defectos que tengamos como nación y como estado no podemos permitir este tipo de atropellos donde cualquier extranjero viene a hacer aquí lo que se le antoja, y otra vez pisoteando la dignidad de todas las personas que han sido víctimas de los guerrilleros entre secuestros y humillaciones además de vivir con el temor en zonas como san Pedro y Concepción.
Estas personas deberían realmente si quieren defender algo y luchar a favor de la niñas guerrilleras, porque al final de cuentas por muy doloroso que sea decirlo esa es la verdad, deberían de entregar a la madre de una de ellas que reside en Argentina a la justicia para que pague por deber del cuidado y a los otros fugitivos parientes de estas personas todas miembros de grupos armados que desde allí se encargan de organizarse en contra de la ciudadanía paraguaya. Al fin y al cabo ¿cuál es el verdadero interés de estas personas?
Familiares de secuestrados expresaron su repudio a este grupo de supuestos defensores de los derechos humanos a los que realmente no les importan las víctimas de estos grupos armados.
Los ocho activistas extranjeros que ingresaron al país para buscar a la niña Carmen Oviedo Villalba, conocida como Lichita, fueron expulsados en la madrugada de ayer por incursionar en zona de riesgo. Se trata de los argentinos Waldemar Darío Machado, Pablo Antonio Pimentel, Luis Eduardo Páez, Zinthia Jimena Cejas, Daniel Agustín Maldonado, Alicia Viviana Machado, Tomás Ernesto Oroño y el colombiano Alexander Angulo Odoñez.
Todos fueron retenidos en la zona del Cerro Guazú, Amambay, considerada de alto riesgo. No habían dado aviso a las autoridades. Su expulsión se dio por el Puesto de Control Migratorio San Roque González, en la frontera Encarnación-Posadas.
En Concepción hubo una reacción unánime de los ciudadanos en contra de la actitud de los activistas argentinos que ingresaron para buscar solo a la niña sin preocuparse de los tres secuestrados cuyos familiares están desesperados.
La mayoría, en las redes sociales, apoya la medida del gobierno de expulsarles a los supuestos activistas vecinos.