La máxima ignorancia de la Corte dictamina una vez más erróneamente a favor de los inadaptados tekorei partida, los vividores funcionarios públicos estatales, esta vez hablamos de los haraganes del Poder Judicial, que ndaje no quieren trabajar ocho horas porque es muy extenso y cansativo, ya que ellos solamente son expertos en realizar coimas y negociar causas, aseguró la fuente.
Fue muy obvia la decisión de los mandamases de la Corte Suprema de Justicia, porque estos son sus tembiguái, expertos en arreglar o encajonar expedientes que deja pingues ganancias diariamente, y al finalizar la tarea cotidiana se hará el reparto de piszu (tuque o propinas). Fue el motivo fundamental que los ministros se sientan obligados a favorecer a sus compas.
Decisión tan errónea que más una vez dejó al desnudo la sinverguencía existente en nuestra justicia y al país como uno de los más corruptos de Sudamérica, por eso vemos que para ser diputados hay que ser -jurú javö- farandulero así como ese Portillo que es el bobo de la Corte en el Parlamente y que se acredita ser el fashión man.
O como el ex aduanero coimero Elio Cabral que de legislación entiende como el cocinero de añaretá´i que hace scargot (comida francesa hecha de caracol), totalmente estrafalario, con cargos preponderante para una persona ridícula. Esto es nuestro querido país, donde la analfa es dipu y el prosor es akä votö, la gran ventaja de los funcionarios públicos y estatales es que nacieron en un país donde hacer mal las cosas es meritorio y el hacer bien es carcelable. Que Dios nos guarde en las décadas venideras… amén!