CIUDAD DEL ESTE (Corrupción, por Carlos Roa) La dirección Nacional de Transporte DINATRAN, es realmente uno de los organismos más incompetentes y perjudiciales para la sociedad donde se invierte muchísimo dinero público, su finalidad principal es el control de los vehículos que circulan en carretera, verificar si estos están o no aptos para transportar mercaderías y pasajeros, una función en la que definitivamente falla pues cada día aumenta el número de accidentes ruteros provocados principalmente por vehículos chatarra que ya deberían encontrarse fuera de circulación, o por camiones de gran porte que exceden el límite de su capacidad y ponen en peligro a todos en la ruta por su inestabilidad.
Y es que recientemente salió a la luz los montos y la facilidad con la que se consiguen las aprobaciones expedidas por la DINATRAN que se reflejan en la habilitación o la Inspección Técnica Vehicular en vigencia, las fuentes señalaron que por 200mil guaraníes ya es posible contar con esta habilitación. Desde la DINATRAN han querido echar la culpa a otros diciendo que esta inspección se realiza de forma tercerizada por talleres privados, pero evidentemente estos talleres están aprobados por la entidad para ejercer dicha función.
Es lamentable realmente el peligro en ruta y sobre todo el luto constante que se vive como consecuencia de estos actos de corrupción donde por una suma tan miserable se está arriesgando la vida de cientos de personas, recordemos que el vehículo recientemente incendiado frente a una comisaría, el ómnibus de la empresa Mburukuya estuvo envuelto en un accidente fatal que involucró a una moto, constantemente tenemos titulares en los que un ómnibus chatarra ha perdido el control en ruta, o se le zafa una rueda causando enormes daños e incluso muertes, a simple vista se pueden identificar los vehículos con más de cuarenta años de circulación que transportan a veces toneladas de ladrillos u otras mercaderías que influyen en la estabilidad del rodado, o con personas a bordo haciendo viajes de larga distancia, siendo estos de dos pisos y contando solamente con el doble eje trasero que no brinda suficiente estabilidad y mucho menos a altas velocidades como están acostumbrados a circular.