TURISMO DE ENGAÑO EN LA CAPITAL DEL CRISTIANISMO
CIUDAD DEL ESTE (turismo, por Carlos Roa) En un viaje de ensueños y fantasías viajaron el otro día a la capital del cristianismo Horacio Cartes y su pandilla encabezado por su Don Gato Zaca, y la gata flora con un elenco de chupamedias y adulones que dicen que en todo el trayecto pasaban balbuceando pelotudeces, sandeces y haciendo un popurrí de imaginaciones de la realidad de nuestro país, donde cada uno fue para ver si no engorda más sus falquitreras en el curso del viaje, diciendo que por fin apareció un nuevo rumbo, la transparencia se apoderó del país, pero lo que estos no sabían que si fueron al vaticano para confesarse y pedirle perdón a Dios no estaban enterados que Dios no es sustantivo y si que es verbo.
Y porque decimos esto; porque sustantivo es lo que tiene existencia real e independiente, e tanto verbo es: la clase de palabra con la que se expresan acciones, procesos, estados o existencia que afectan a las personas o las cosas; tiene variación de tiempo, aspecto, modo, voz, número y persona y funciona como núcleo del predicado, ¿epillá, HC?
Si alguna vez estos ñembo políticos fueron a la escuela, aprendan y no vayan a farsear en Roma y en presencia del propio Sumo Pontífice, el Papa Francisco Bergoglio. Donde también se lo vio Zaca Ventaja del pueblo pedir comunión de las sin – verguenzías hechas en CDE, pero como siempre dice el adagio o ñe´enga ndofaltai voi la jaguá carrera hápe y más una vez este fumatérico presidente metió la pata y dijo como dijo antes el cardenal José María Bergoglio y no Jorge Mario Bergoglio, o sea que oyequivaká yeyma ko vyro chusco. También vimos a Doña Malandra, con cara de arrepentida y la consignia prometida frente al papa Pancho que jamás volvería a hacer lo que está haciendo por la ciudadanía de este edén del paraguay. No sé si decirle peculato o sin verguenzía lo que hace esta sirvienta de la ciudadanía esteña.
Como es posible que estos grandes malhechores tengan la petulancia de ir a querer demostrar arrepentimiento o significar honestidad, transparencia, humanismo y lealtad a su pueblo, mientras son los peores sátrapas que pueda tener un país, que solo viven saqueando a las arcas del estado fingiendo obras viales como viaductos, autopistas, puentes, nambré, de todo un poco, pero con valores sobrecargados a lo que es el valor real. La pregunta ciudadana es: ¿adónde irían estos cuando llegue la fecha de vencimiento? ¿Al edén o al purgatorio? Cabe a cada lector promocionar el viaje a que destino irían estos sin – vergüenzas descarados cínicos y embusteros seudo religiosos.