MANIFESTANTES APRESADOS Y TORTURADOS POR LA POLICÍA ABDISTA

La Demo – Cracia letra muerta en Py

El Crio. Edgar Meza, quien días pasados volvió a las viejas andanzas del estronismo.

Conozco el sufrimiento y los lacayos de la dictadura estronista.

CIUDAD DEL ESTE (Derechos Humanos, por Carlos Roa) Cada día que me acuesto tengo pesadillas del pasado mío cuando he visto torturas y hasta la muerte del propio compatriota Mario Prono y despierto en sobresaltos pensando que es real y me doy cuenta que no está lejos de ese hecho. Porque la democracia en nuestro país es letra muerta, seguimos siempre bajo el yugo opresor de quien es, fue o simplemente es el residuo latente de la dictadura de la era stronista. No hace falta irse a la esquina, lo tenemos ahí, Mario Abdo Benítez, presidente del Paraguay, vendepatria, traidor, villano, patético, cínico y embustero. No importa que me vaya preso por estas líneas, ya lo pasé una vez y cargo en mis hombros culpas que no son mías, pero que muchos inclusive periodistas me acusan para lavarse la mano de sus sinverguenzías.

 

Como es triste tener un pasado de sufrimiento y dolor en un mundo de tinieblas donde uno debe estar con los ojos bien abiertos, esperando que de cualquier lado viene el dolor, la tortura, pero esto es así y continúa siendo en nuestro país. Días pasados el Comisario Edgar Meza apresó a dos manifestantes y los encerró en un cuarto oscuro maniatándolos y torturándolos psicológicamente, según relataron los afectados Candido Brizuela y Sebastián Schiavo.

Los dos manifestantes fueron detenidos por escrachar al arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, Cándido Alberto Brizuela, de 53 años y conocido como Juan Pueblo, y Sebastián Fabián Schiavo Alonso, de 63, habían sido detenidos por escrachar al arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela. Es por acaso prohibido decir las verdades cuando es verdad? O esto no es dictadura? O sea lo que dice la Constitución que en Paraguay rige la libertad de expresión ndaje. Y bueno, ahí tienen, caros lectores, yo fui torturado, encarcelado, maltratado y cuando no podían más, buscaron armas o epítetos para ponerme como si fuese el villano. Padecí en carne propia y vi muchos casos de tortura de los hermanos Giménez, de Misiones, que les pegaban con alambre y Sanabria, más conocido como Ñandejara´i fue quien mató a Mario Prono. Por mí nadie se interesó los de DDHH, porque ellos trataron de una u otra manera hacer un conglomerado para sacar ventajas. No necesito ventajas por lo que pasé, solo siento dolor y tengo las lágrimas estancadas en la garganta.

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