CAMPESINOS, DEJEN DE VIVIR BAJO LA BOTA DE POLITIQUEROS
CIUDAD DEL ESTE. Por Carlos Roa. Desde la década del stronismo, el 98% de los ciudadanos de este país viven humillados, en zozobra y sujetos al modus operandi del finado tembelo, que hambreaba al pueblo y si daba algo, era a cuentagotas. Los únicos días en que los más pobres tienen alegría en el estómago, es cuando faltan pocos días para las elecciones, donde los utilizan como payasos correligionarios con adulones que salían a cazar votos con cualquier historia que les contaban a los campesinos, estos se lo creían, porque ni siquiera tienen como acceder a una educación básica y fundamental, para tener los conocimientos y derechos que les corresponden. Es hora de que no tenga la cabeza tan alta porque te pueden cortarla ni tan baja, que te la puedan pisar. Aprendé a ser humilde para evitar la arrogancia que te ciega, pero lo bastante digno para que no permitas que te humillen. Déjense de confiar en aquellos candidatos, tanto liberales, colorados, que salen a hacer algún servicio social solamente en la víspera del sufragio, hay que ver esta gente que siempre hicieron, hacen y harán sin pedir nada a cambio y sí por sentirse bien consigo mismo por hacer el bien por el semejante.
Este país está como está de pata para arriba, hospitales sin insumos, enfermeras maleducadas, doctores despiadados, escuelas que se caen a pedazos, niños padeciendo enfermeredades, hambre y repudiados por algunos ciudadanos que tienen amigos políticos, que por A o B motivo les pasa una plata escondida. Así como aquellas secretarias que tienen que mostrar sus atributos sexuales a cambio de un salario. Son mujeres que perdieron la dignidad, pero que vamos a hacer, este es el país y este es el mundo, que va a paso agigantado a la tecnología, solo que Paraguay va despacito y gateando como una criatura recién nacida. Es hora caro campesinado, que se dejen escuchar los discursos baratos y mentirosos, donde éstos proponen ser ellos los que van a encabezar para solucionar sus problemas. Los dirigentes de los campesinos son de los grandes estafadores y embaucadores de la esperanza de los humildes kokueceros o aquellos que trabajan de sol a sol por menos de un salario mínimo. Señores ciudadanos paraguayos, su voto es lo más importante en la vida, para poder poner un fin a todas estas tragicomedias manifestadas por los parlamentarios y ayudadas por publicaciones de medios radiales, escritos o televisivos comprados por éstos para seguir comprándoles la conciencia por migajas. Busquemos la solución y la solución es no vender el voto a cambio de vaka´i o un pedazo de pan o una petaca. Eso lo va hacer feliz solo unas horas y el resto amóntema.