Los cánceres paraguayos, las chicanerías y las impunidades

LOS POLITIQUEROS SON LA PERITONITIS DEL PUEBLO

CIUDAD DEL ESTE (politiquería, por Carlos Roa) El cáncer del Paraguay es la politiquería barata y la justicia alineada a los políticos. Es como si fuese el ser humano cuando está padeciendo de la enfermedad más conocida como apendicitis y que éste por dejadez no consulta un médico, llega a una instancia de convertir esa enfermedad en peritonitis, una inflamación del peritoneo debida, generalmente, a una infección y cuyos síntomas son dolor abdominal, estreñimiento, vómitos y fiebre, que conduce directo al cementerio a ese individuo, si no es tratado. Y es así igualmente la justicia en Paraguay, donde tenemos al máximo representante de la fiscalía, una Fiscal General imprestable como persona y de accionar y que según el pueblo ésta es pupila del expresidente Horacio Cartes, que muy bien sabemos quién es, qué hace y deja de hacer. Pero como hay impunidad, este sigue suelto.

Como podemos hablar de justicia en nuestro país si los ministros de la corte en muchas ocasiones hacen mal su tarea. Nos sentimos acongojados y apesadumbrados por el accionar de ellos, que en muchos casos definen la libertad del ciudadano de manera irregular. Y ello nos convierte en monotemáticos (que gira en torno a un solo tema), donde repiten día a día el mismo cuento, tratando de seducir o embaucar a las personas con cuentos de hadas y según la ley, la constitución, los dictámenes, y deduciendo todos estos mamotretos, se lo conoce como las chicanas.

Ahí le tenemos al senador Víctor Bogado, a Salyn Buzarquis, a Nelson Aguinagalde, a Javier Zacarías, su hermano Lucho, y muchos otros, quienes gracias a las chicanas siguen manteniendo en el “freezer” sus casos, ya que éstos deberían estar imputados, sumariados, desaforados y encarcelados, esperando su sentencia, así como lo están González Daher y Díaz Verón, quienes sin embargo tendrían que estar presos en Tacumbú o incluso en la cárcel del Chaco Lagerenza, donde no hay señal de celulares, ni internet, ni siquiera televisión y no en cárceles de alta gama, donde fungen más de turistas que como presos comunes. Otro punto importante es porqué la SENABICO ya no expropió todos los bienes de estos citados y muchos otros, que se enriquecieron con la plata del pueblo, sin embargo hasta el momento no devolvieron un solo guaraní a las arcas del Estado. De qué nos sirve incluso si están presos, pero como en el caso de González Daher, que según la Seprelad le esquilmó al Estado 8 billones de guaraníes en cinco años, pero este no devolvió un solo guaraní al sufrido pueblo paraguayo.

Todo esto se da gracias a las chicanerías interpuestas por los leguleyos pagados por estos sátrapas, caraduras y sin – vergüenzas, quienes se enriquecieron en el ejercicio de sus funciones y hoy se burlan de la ciudadanía, gracias a la protección que reciben de ministros atornillados de la Corte y una fiscal general que, en vez de impartir justicia, le responde a un expresidente acusado de lavador de dinero y otros delitos conexos.

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