¿Médicos salvavidas o ángeles de la muerte?

NEGLIGENCIAS Y MALA PRAXIS, A LA ORDEN DEL DIA EN LOS HOSPITALES

CIUDAD DEL ESTE (Investigación, Carlos Roa) De muchas de las historias periodísticas ocurridas en nuestro país que ya he contado en estos 28 años de carrera periodística, esta es una de las más tristes y apocalípticas entre la raza humana, donde aquel que hace un juramento hipocrático cuando recibe el diploma vestido con una toga de característica azul, uno al verlos los veo como los salvadores de la humanidad. Sin embargo muchos de éstos hoy día están siendo sindicados como los destructores de la salud. Muchos por su mala práxis y otros por su avaricia, donde en vez de salvar vidas, comercian con la vida de sus pacientes.

Como por ejemplo el caso de un niño inocente Angel Matías, en manos de estos angeles de la muerte con síndrome de Mengele, que días pasados ingresó con una simple gripe al sanatorio Medicost, donde le inspeccionaron varios médicos y uno de ellos, la pediatra Ruth Gamarra, le diagnosticó una peritonitis aguda, sin hacer los estudios pertinentes. De inmediato fue trasladado al sanatorio Internacional, donde fue operado por el Dr. Freddy Velázquez, cirujano pediatra. Sin embargo, 15 después, sufrió muerte cerebral a raíz de una sepsis (infección) generalizada. Los padres lo derivaron entonces al hospital Costa Cavalcanti de Foz de Yguazú Brasil, donde sorpresivamente los médicos, tras estudios minuciosos, informaron a sus padres que el niño jamás padeció de peritonitis, por encontrarse sus órganos totalmente normales sin ninguna infección, lo que sería la peritonitis derivado de un apendicis. Por tal motivo, los padres denunciaron a los médicos del sanatorio Medicost y del sanatorio Internacional, para que respondan por sus actos. Hace décadas esta mala praxis y la mafia hospitalar, ya sea privada o pública, son antros de corrupción. Los privados diagnostican cualquier cosa, con tal de operar y sacarte, no solamente la vida, sino las falquitreras. En los hospitales privados venden el remedio que quieren, la marca que quieren, en connivencia con los farmacéuticos cercanos al hospital.

Los hospitales públicos lo hacen de la misma manera, pero de forma más burda, donde algunos enfermeros venden numeritos para consulta, no importa que llegues a las 10 de la mañana, siempre tenés los primeros a disposición, venden remedios, tienen acuerdos con los médicos de la institución y ahí comienza el periplo de la mafia. Esto se inicia en los propios laboratorios, donde ellos venden lo que quieren y las marcas que quieren, donde sacan más beneficios. Luego los encargados de recibir los remedios y guardarlos en los depósitos y lo simpático de este melodrama es que desparecen por arte de magia y se concretan en compra de lujosas camionetas, casas, coches, vestidos, bombachitas kalúa, lentes rayban, en fin, esta mafia engalardona sus caprichos y envuelven en un manto de luto la vida de los seres humanos. No es de ahora que en el hospital regional de CDE, es de vox populi la forma en que negocian con la vida de los pacientes de escasos recursos vendiéndole hasta los remedios, que son para ellos de forma gratuita. Donde existen en su mayoría R1 y R2 que tienen diagnosticarte remedios que ni siquiera conocen ni los síntomas que el paciente padece. Esto es manejado por las autoridades hospitalarias y en ese hospital dicen que hay una secretaria, una señora de más de 50, pelo corto y corpulenta, una de las más sin vergüenzas y caraduras, dijo un paciente que esta internado en ese nosocomio. En fin, a aquellos que nosotros veíamos como salvadores de la vida, son los ángeles de la muerte.

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