NUEVA TENDENCIA PLACENTEROSA

CIUDAD DEL ESTE (Tendencia, por Redacción) En esta era de la tecnología donde todo el mundo tiene acceso a todo, el sexo ha dejado de ser un tabú para pasar a ser algo no solo normal, sino cotidiano. En todas partes constantemente se están promoviendo de forma gráfica y explicita los actos sexuales y entre todo tipo de personas, tampoco la homosexualidad ha quedado fuera de esto. Sin embargo en medio de toda esta obviedad gráfica existe una nueva forma de exaltar los sentidos, en realidad es una vieja práctica que está cobrando fuerza nuevamente y es la literatura erótica. Existen plataformas digitales que se dedican a publicar los escritos y relatos eróticos e incluso a vender los capítulos por medios de suscripciones donde semana a semana van publicando un relato cargado de emociones y detalles que hacen explotar la imaginación del lector, intensificando la sensibilidad de los sentidos, al no recibir un estímulo visual con fotos, videos o animaciones, es el cerebro del lector el que se encarga de crear toda la escena mientras va leyendo lo que al autor se le ocurre.

La mejor parte de este tipo de literatura o pasa tiempo es que no existen límites, las descripciones permiten al lector crear todo tipo de escenarios y personajes que escapan de la culpa al no tener que involucrar a actores ni realizar las animaciones que quizás sean ofensivas para los que no disfrutan de la autosatisfacción, o de quienes asocian todo lo relacionado al sexo como algo sucio o reprochable. Compartimos con ustedes un extracto que encontramos por la red…

“EL VIAJE A BRASIL”

Micro colmado de gente, la mayoría de personas mayores, jubilados y jóvenes éramos nosotros y otras dos parejitas más. Salimos desde Luque. Viaje largo, cansador. No es fácil dormir en esos viajes, te despiertas a cada rato. Íbamos sentados en la quinta fila. Nos despertamos y ya se había hecho de noche, estaban prendidas esas luces chiquitas que dan ágata una luz tenue, miramos a nuestro alrededor y parecía que todos dormían, salvo algunos del fondo, que se sentía conversar.

Nos miramos con picardía adivinando el pensamiento, Lian me metió la mano por debajo de mi remera y me empezó a acariciar los pechos, los pezones cobraron vida a su paso, él sabe que me vuelven loca los pellizquitos, mientras nos besábamos yo aprovechaba para frotarle la bragueta, y pude notar como se abultaba en mi mano. Yo venía sentada del lado del pasillo, me incliné sobre él quedando mi cabeza entre sus piernas.

Le desprendí el pantalón, y su pene salió ansioso con sed de mi boca, me encanta saborear y sentir en mi lengua esas venas a punto de explotar, le estaba pegando una mamada intensa cuando algo se cae encima de mi cabeza, resulta que pasaba una pasajera de los primeros asientos, seguramente que iría al baño y para disimular Lian me tapó con su campera, menos mal que me percate y me quedé inmóvil, solo movía un poco la lengua para que no se le bajara el “amiguito”; una vez que volvió a pasar la señora se la seguí comiendo y él metió su mano en mi rajita corriendo la tanga a un lado, se sentía tannn rico, la adrenalina de lo prohibido, de pensar que nos podían pescar lo hacía más especial. Yo creía que iba a culminar en mi boca, y así concluir, pero no, el; más osado fue por más, me sacó, se bajó el pantalón y el boxer y me hizo que lo cabalgara….

Esta historia sigue, pero les invitamos a ustedes a buscar por sus propios medios si esto les interesa.

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