UNOS TANTOS QUE DEJAN MALPARADA A LA INSTITUCIÓN POLICIAL
La Policía Nacional, a través del Instituto Superior de Educación Policial (ISEPOL), creado por Ley Nº2946 de fecha 21 de junio del 2006, ha reestructurado los lineamientos básicos de su Estructura Administrativa y Funcional, así como el Diseño Curricular del Sistema de Educación Policial. Leyendo y mirando esta normativa nos creamos la idea que la Policía nacional en nuestro país son parecidos a la SWAT de los EEUU o sea, unos policías purete. Pero cuando caemos en la realidad, encontramos que nos equivocamos, porque lo que más vemos son policías inadaptados, corruptos, incapaces, con exabruptos irracionales, desalmados y mirabolantes.
No hace poco se festejó el día del agente policial en Paraguay, lo más curioso es que en tiempos otroras esta fecha era memorable, inclusive en las escuelas, los estudiantes, niños y niñas, llevaban un regalo para su agente de policía, que era su héroe, como Kolynos, jabones, elementos para limpieza personal, y otras regalías que lo hacían de buen corazón y a gusto. Hoy día el 30 de agosto parece más una fecha lúgubre, donde empezamos a ver que el policía no es amigo ni cuidador de la sociedad, sino en su mayoría se convirtieron en insurrectos rebeldes, y muchos de ellos, criminales ante la sociedad de nuestro país. En CDE hechos totalmente irregulares han ocurrido con personas que se manifestaban contra la corrupción en la municipalidad y la gobernación, manejados por el clan Zacarías. Estos policías arrastraron a un ciudadano, porque simplemente quiso escuchar lo que parecía injusto, al gobernador de este departamento Justo Zacarías, que según las fuentes, pagó 20 mil guaraníes por cada kilo de galletitas, que solo cuestan en realidad 4 mil guaraníes. Y los trataron peor que a Barrabás, entonces nos preguntamos: ¿para qué sirvió el estudio en el ISEPOL? ¿O será que allí solo se les enseñó a hacer acharques, aprietes, coimas, e inclusive comandar gavillas para asaltos en sus horas de franco?
La sociedad esteña se pregunta cuál es el mal tan profundo de estos agentes de policía que supuestamente tendrían que ser el paladín de la seguridad ciudadana y que sin embargo, esto está lejos porque son comandados como el comandante actual, que no le importa quién, cuándo ni cómo, y sí le importan los beneficios de sus falquitreras, Crio. Gral. Crispulo Sotelo, que siempre se manejó entre las mazmorras de la corrupción esteña, cuando estuvo en las dependencias de Delitos Económicos. Ahora otro imprestable como jefe de orden y seguridad, Luis Pablo Cantero, que cuando está frente las cámaras de televisión vende versos de monja. En fin, como podríamos hablar de honestidad de los agentes de seguridad de nuestro país cuando hablamos de Aristides Cabral, Dionisio Noldin, Lucio Benítez alias kururú piré, Francisco Alvarenga, Hermes Enriquez, Pastor Coronel, Antonio Gamarra, y otros que pertenecían a esta institución, que deberían velar por los ciudadanos, pero sin embargo son escorias policiales.