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(Cuarta Parte)
LOS MERITOS DEL MINISTRO
De Vargas se jugó el cargo para defender a Cartes, aun siendo parte de un gobierno liberal, lo que habla muy poco en favor de su lealtad y es capaz de cualquier acto innoble de traición. Fue informándole al candidato del interés en hallar documentos que pudieran perjudicarlo. Cumplió el papel de soplón, y de hecho su protección le fue muy útil al candidato, hoy Presidente
Tanto que cuando se ganaron las elecciones, lo que estaba previsto, Cartes le ofreció el cargo de Ministro (por gratitud de haberle salvado el pescuezo). Audazmente, De Vargas le comunicó la decisión a Federico Franco pidiéndole autorización para ello. En la charla, referida después por éste (sin otros testigos) le aconsejó que tomara distancia, y que su actitud podría ser un error político para el futuro.
Por supuesto, antes de ir a la reunión, ya Francisco De Vargas había aceptado el ofrecimiento de Horacio Cartes de ser Ministro del Interior de su gobierno. Y esa es la razón por la que éste inútil y trasvestido político seguirá en el gabinete.
Señores lectores, que tipo de ejemplos tenemos como autoridades. ¿Señores campesinos, estos compradores de votos, ustedes no se dan cuenta que están siendo engañados por una mafia corrupta, que con el poder del dinero consigue todos sus perversos objetivos? Esta historia del periodista Chiqui Avalos, revela algunos entretelones sobre quiénes son los politiqueros de nuestro país y quién es el Judas del partido Liberal, Francisco De Balde.