CIUDAD DEL ESTE (violencia doméstica, por Redacción) En un conflictivo encuentro entre un perifonero y una abogada que fue un escándalo en el barrio Santa Ana, días pasados, donde el conocido perifonero Carlos María Vera Portillo fue con un documento en mano, intentar ingresar a la casa de su ex pareja, María Areco, ya que según la propia víctima estarían en trámite de divorcio por maltrato verbal e incluso llegó al corporal este señor. Este fue con un documento para retirar sus cosas, como libros y otras pertenencias, sin embargo, este letrado perifonero, tenía orden de restricción para no llegar a la casa, pero este usando artimañas jurídicas y sus influencias periodísticas para apretarle al juez de paz, para que éste le brinde el documento, donde él ahora es el demandante, sea una contra demanda, para apaciguar la demanda existente en su contra. Donde inclusive el vehículo que conduce es de su señora, existiendo ya un pedido de secuestro sobre el rodado.
Al fin y al cabo un conflicto familiar que tomó connotación pública en Ciudad del Este. Y más todavía porque la señora María, acusa que la maltrataba, manipulaba, pasó las de Caín en sus manos y hoy día no quiere pasar la pensión alimenticia por su hijo, este retoño de ambos padece de arritmia, donde la situación es más crítica para los padres y cuando el nene supo que su papá agredió verbalmente a su madre y casi llegaron a los golpes y el nene salió corriendo desesperado, sufriendo algunas lesiones, se tropezó y se cayó. La madre reclama que este padre sea tan miserable con el propio hijo, al no pasarle la pensión alimenticia, y más miserable aún la actitud de la jueza de paz Vicenta Fariña Cibils, quien oficio mediante concede todos los derechos a este sujeto, inclusive una orden de restricción contra de la víctima de los maltratos verbales, María Areco.
Seguramente esta magistrada no estaba enterada que el perifonero ya tenía restricciones para llegar a la vivienda, debido a su actitud agresiva. Pero al concederle este oficio, le da más derechos al acusado que a la víctima, situación que debería ser llevada en cuenta por la justicia, ya que por lo visto, una mano no ve lo que hace la otra, pero así en forma descoordinada, se está perjudicando a una mujer indefensa y lo peor, un niño enfermo que sufre las consecuencias de esta situación. Al final del procedimiento, éste se retiró del lugar sin llevar nada ni ingresar a la vivienda, existiendo restricciones para ingresar a la casa, cuando la víctima le confrontó con la orden de restricción, éste huyó como rata.