CIUDAD DEL ESTE (policiales) Este viernes 12, la casa del periodista Fausto González, ubicada en el barrio San Roque, fue objeto de un robo. Los delincuentes ingresaron tras romper una de las ventanas y se llevaron una televisión, una computadora portátil y dinero en efectivo.

González, relató que los delincuentes forzaron una ventana de su casa aprovechando la ausencia de la familia.

Al regresar al mediodía, descubrieron que la ventana estaba abierta y que todos los objetos que estaban en la habitación de su hija fueron sustraídos.

El dinero robado estaba destinado a costear el riguroso tratamiento médico de su hija, quien está recibiendo atención médica especializada. La computadora portátil contiene resultados de laboratorio y exámenes médicos cruciales para su tratamiento.»

A pesar de la parafernalia y el rimbombante anuncio del ministro Enrique Riera sobre la supuesta e inexistente reducción de hechos criminales en el Alto Paraná, la realidad supera ampliamente el mentiroso anuncio gubernamental. Este viernes, un grupo de marginales se introdujo en la vivienda del comunicador Fausto González, de donde llevaron una notebook que contenía los estudios del delicado estado de salud de su hija, además de sus trabajos universitarios y todo el ahorro fruto de acciones solidarias para pagar el costoso tratamiento de salud que no es cubierto por el sistema público paraguayo.

Hasta tuvieron el tupé de sentarse en la mesa familiar y comer los alimentos de la familia. No hay forma de expresar el momento de desesperación e impotencia que hoy vive la familia de Fausto González, que penosamente refleja la realidad de la mayoría del pueblo paraguayo.

Fausto y su esposa salieron temprano rumbo a sus respectivos trabajos. La hija se encontraba en un centro asistencial como parte de su tratamiento por su delicado estado de salud. Volvieron después del mediodía, cansados luego de la jornada laboral, pero con fuerzas y fe aguardando buenos resultados en el tratamiento sanitario de su hija. Sin embargo, al llegar a su hogar construido con el esfuerzo de décadas de trabajo incansable, notaron que una de las ventanas externas se encontraba abierta. Una vez dentro de la casa, confirmaron estupefactos muebles destrozados y electrodomésticos faltantes. Entre las cosas que faltaban, una computadora que contenía todo el historial médico de su hija, así como también su trabajo y esfuerzo universitario de varios años de su carrera en la rama de enfermería.

Los miserables marginales, quizás a sabiendas de la inacción o complicidad policial, revolvieron toda la casa, incluso encontraron alrededor de unos 7 millones de guaraníes, fruto de varias actividades solidarias de amigos de la familia de Fausto, que gracias a colectas, polladas y aportes hacían llegar a la familia de Fausto para pagar el costosísimo tratamiento de salud de su hija, que no es cubierto por el sistema público ni el sistema previsional paraguayo.

La caradurez de los asaltantes fue tal que se tomaron el tiempo de sentarse en la mesa familiar para consumir alimentos, entre ellos frutas y verduras que forman parte de la dieta de salud. Mientras tanto, el nepobaby Elías Martín Godoy Torres, hijo de la diputada Roya Torres y del intendente Roque Godoy, sigue cobrando 10 millones de guaraníes sin trabajar, gracias al cargo exigido por su madre; la hija del vicepresidente Pedro Alliana percibe más de 18 millones de guaraníes, mientras que esta semana se conoció el contrato obtenido por el hermano del senador Hernán Rivas con un salario de 20 millones en Yacyretá.