CIUDAD DEL ESTE (Realidad Nacional, por Magenta López) A quién llamamos cuando necesitamos ayuda? Cuando una colmena de avispas o abejas se instala en nuestro patio o en el techo de la casa, cuando el más pequeño de la casa queda con el brazo atorado en la reja de la ventana, cuando, cuando vemos un accidente de tránsito donde no tenemos ni idea de quiénes son las víctimas o cuando en el patio de juegos del shopping alguien se cae y está gritando de dolor ?? Siempre, siempre, siempre, la primera respuesta son los Bomberos Voluntarios! El 132 es el número que más conocido en nuestro país y estaba vigente mucho antes que el 911, pero sin embargo estos héroes anónimos, sin sueldo, sin seguro médico, sin seguro de vida, cuyo mayor recurso es la voluntad de servir no son lo suficientemente valorados ni reconocidos en el Paraguay.
Por qué los Bomberos en Paraguay no cuentan con una estructura real como la Policía Nacional, o las Fuerzas Armadas? Los bomberos sobreviven de la solidaridad de la gente, cada año organizan una colecta nacional, pero en otras fechas podemos ver a bomberos de distintos cuarteles viajar hasta ciudades más concurridas para pedir en los semáforos y rotondas la donación de la ciudadanía, a veces para cumplir metas específicas como adquirir un camión, una ambulancia o equipo de seguridad para los voluntarios, debemos saber que estos jóvenes y no tan jóvenes que trabajan en el cuerpo de bomberos generalmente lo hacen en el horario libre del trabajo remunerado que ejercen, repartiendo su tiempo entre el estudio, el trabajo y la familia otra vez se organizan para prestar un servicio donde están al llamado ante cualquier siniestro que se presente sin importar la magnitud del mismo. Este camino comienza con la formación de los mismos donde no existe la improvisación, siguen un manual pesado que los prepara para enfrentarse a casi todas las posibilidades, pero soibre todo a mantener la calma al momento de enfrentar los desafíos de la supervivencia propia y de los rescatados, mantener el cuerpo y la mente en estado óptimo.
A esto se suma los costos de equipamiento y mantenimiento del cuartel donde un voluntario puede gastar hasta 5 millones adquiriendo el uniforme adecuado para su seguridad en servicio y otra vez aportan los voluntarios de forma mensual una suma simbólica para mantenimiento de la infraestructura del cuartel. Sin embargo si alguno de ellos sufre algún percance estando en servicio son otra vez los compañeros voluntarios los que harán colectas para costear gastos en el hospital, gastos de traslado y de vida mientras el bombero convaleciente no pueda trabajar, muchas veces esto incluye cirugías medicamente y largos meses de rehabilitación.
Sin embargo los bomberos no piden un salario, por qué? Temen que el espíritu de servicio se pierda al proveerse una remuneración asignada por ser bomberos, el valor de hacer desinteresadamente por altruismo o por la voluntad innata de servir a los demás. Claramente eso no significa que estén bien así, es necesario que estos héroes tengan ayuda del estado o por lo menos la tranquilidad de que si se rompen una pierna tendrán la asistencia necesaria para recomponerse y volver al servicio.