MARIO ABDO Y DROGACIO CARTES, DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

Un presidente inoperante que no le importa su país

El hombre de Buchanan Drogacio Cartes según dijo Raul Melamed y Marito, son los 2 grandes responsables de la debacle en nuestro país, no importándole de ninguna manera la situación en que se encuentra la ciudadanía. Egocéntricos y casquivanos.

CIUDAD DEL ESTE (politiquería, por Carlos Roa) “Los presidentes deben estar dispuestos a exponerse a la luz, a convertirse en propiedad pública, distinta solo en cuestión de grados de la Casa Blanca, donde duermen y trabajan y, tal vez tienen que criar a sus hijos. El pueblo tiene el derecho de investigarlos, y los puntos a los que se les ponen límites quedan automáticamente bajo sospecha…esto abarca a sus familias y allegados…”.(La campaña presidencial en los Estados Unidos de América, Stephen Hess).

 

Hasta el golpe del 2 y 3 de febrero de 1989 nadie sabía qué fue de la vida del actual presidente del Paraguay Mario Abdo Benítez. Si se enteró que muchos paraguayos pagaron con sus vidas la construcción del Paraguay libre. Y si se enteró ¿qué hizo para ayudar en esa difícil y peligrosa tarea o si fue uno de sus verdugos?. De repente se volvió democrático e ingresó a la política de la mano de Goli Stroessner, y llegó a la presidencia de la república. Sin que se le conozca algún trabajo aparece como empresario. Por lo tanto su fortuna está salpicada de sospecha. Y a pesar de este oscuro pasado de su vida personal, la ciudadanía le dio su voto de confianza porque se necesita sacar adelante al país.

Marito presidente prometió y se comprometió a luchar contra la corrupción flagelo que empobrece al país. “Caiga quien caiga” dicho con firmeza sonó como su intención tardía de comportarse como ciudadano y borrar de la memoria colectiva ese pasado oscuro y la sospecha sobre el origen de su fortuna. Pero muy pronto se encargó de echar un manto de dudas sobre el valor de su palabra. No tuvo en cuenta que la confianza es tan frágil y que se pierde con facilidad.

Sabiendo que los procesos judiciales pueden durar más tiempo que su mandato Marito se excusó en ese precepto legal de la inocencia hasta la sentencia condenatoria de un juez, se hizo el tonto para proteger a su hermano, el actual ministro de Hacienda, de las acusaciones de manejo irregular y desprolijo en el IPS. Siguió luego, ya en plena pandemia del COVID-19, en actitud sospechosa de protección a los “descarriados” como el actualmente con prisión preventiva ex presidente de la DINAC.

Para hacer más fuerte la presunción social de intentar evitar que alguien cante y lo salpique se resistió a destituir a la que fuera presidenta de la petrolera estatal PETROPAR que como quien tiene la bendición presidencial continuó haciendo negocios en perjuicio del Estado.

Y, ¿finalmente? se denuncia que el propio Marito convirtió al Estado en una cuestión de alcoba al otorgarle a su esposa, la primera dama, la compra sin licitación de productos de la empresa familiar. Al verse acorralado por la fuerte presión ciudadana Marito no tuvo otra que aceptar la renuncia a esos funcionarios, hoy bajo procesos judiciales. Él no los echó. Nadie del gobierno que realice negociados será tan torpe como para no darle participación al jefe. Todo lo que Marito haga siempre debe caer bajo sospecha hasta que los documentos sustenten el uso correcto del dinero público. Marito maneja mucha plata pública como los gastos reservados cuyo uso tiene cierta libertad. El “caiga quien caiga” hasta ahora es una mentira del Marito presidente. Marito, por Dios actúa con firmeza y eche a los corruptos antes que te arrastren como el raudal.

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