SALTO DEL GUAIRÁ. Conocimos la historia de Don Pedro Centurión, un vendedor ambulante curuguateño quien sufrió una doble fractura luego de haber sido atropellado y abandonado a su suerte.
Desde aquel acontecimiento, vivió un largo periplo para poder ser atendido y acceder a una cirugía que por no contar con Gs. 5 millones para adquirir materiales para su cirugía, pasaron los días y su cuadro fue complicándose. En la tarde de ayer domingo a las 15:00 horas, don Centurión falleció.
El caso de Don Pedro es la muestra clara de la miseria en la que los ciudadanos canindeyuenses se encuentran a la hora de acceder a una atención como se merece. Con un sistema totalmente corrompido, sin respuestas a la gente y con cero compromiso del Estado, el caso del señor Centurión pasa a engrosar la larga lista de canindeyuenses víctimas de la miserabilidad con que se trata a las personas en los Hospitales del departamento.
En cualquiera de los hospitales del departamento sin dinero y sin “contactos” un paciente muere, porque lo que menos importa es la vida. Hasta cuando seguiremos así mi querido Paraguay.