 |
 |
 |
ALIADOS DE HC SOLO PRETENDEN HUNDIR AL PAÍS EN DEUDAS
CIUDAD DEL ESTE. Más una vez un viaje de lobby y negociatas del presidente Manuel Jara, en una gira por Europa, para supuestamente traer inversionistas en la cual el beneficiado principal podría ser él, ya que los arreglos tendrían observaciones, donde diga tanto porciento me toca a mí por 20 años. Es lo que uno piensa, porque hasta hoy día los grandes inversores no se ve y la mano de obra es escasa. Pero sí el grupo Cartes se ve en todos lados, principalmente en el tapasol de los vehículos de alta gama, que hacen propaganda a este personaje, que por un error se lo eligió presidente.
En una reunión con el director financiero del banco Mundial, Joaquim Ferreira Levy, este salió con la bola más grande de José, que la deuda que Paraguay tiene ndaje es maleable, un chiqui y que no le dañará a ningún ciudadano paraguayo. Koa ijapu´ve perurimá gui.
Un vil ejemplo de esto es que el señor Levy trata de defender el endeudamiento feroz y que el presidente avale los “negociados” entre ambos. Este caradura Levy lo que hace es lavarle el cerebro al pueblo paraguayo con sus mentiras colectivas, en grandes reuniones, con su complice (cómplice, en Italiano) paraguayo HC, agregó un parlamentario del partido Liberal, que lo mira a éste presidente paraguayo como un paria.
Esto ocurre en Paraguay porque el Banco Mundial es el mejor cliente, por la corruptela manipulable y grandes negocios de endeudamiento y remediarlo con otra deuda. Esto es lo que ocurre también con el Paraguay, como si estos funcionarios no conocieran la corrupción reinante en nuestro país e ignorasen que los frutos de esa economía que elogian no son destinados a pagar las deudas, sino a despilfarrarlas en clientelas políticas parasitarias o a engrosar las cuentas secretas de los gobernantes en metrobús, obras viales, en Fonacide, y proyectos fantasmóricos, dejando al país en la miseria y en sus vagancias por el país tratar de pintar con crayolas una imagen maravillosa.
Como se ve, la cuestión no radica en que nuestro país tenga o no capacidad de pago, sino en la corrupción rampante que corroe los estamentos gubernamentales bajo el manto de una repudiable impunidad. Y esta impunidad hace que los altos funcionarios responsables de contraer los compromisos –que luego se constituyen en pesados lastres para generaciones de paraguayos– gocen tranquilamente de su retiro o de nuevas funciones, sin que sean molestados por la Justicia.