HOMILÍA PERERÍ DE UN CARDENAL FORÁNEO

cardenal

HC EVITÓ SER ABUCHEADO Y PARTIÓ PARA PARIS

CAACUPE (Enviado Especial) Desde años, la iglesia se convirtió en una especie de paño de lágrimas de la población paraguaya, tan sufrida por culpa de los politiqueros de turno. Y más aún en la festividad de la Virgencita de Caacupé, máxima expresión religiosa de nuestro país, es cuando miles y miles de fieles de todo el país, peregrinan hasta el Santuario de la capital espiritual del Paraguay, en busca de alivio a muchos problemas que les acogotan o para pagar alguna promesa que hicieron a la Virgencita.

Desde los púlpitos siempre solíamos escuchar fuertes críticas al gobierno, en especial al mandatario de turno, por estar haciendo mal las cosas, la mala gestión, recordando las duras reprimendas que recibió en su momento González Maucchi, al tendotá Nicanor, Frauderico Franco, entre otros. Por ello, la gente estaba expectante de escuchar la crítica contra este imprestable presidente, Horacio Manuel Cartes Jara, quien prefirió irse a París antes que escuchar el sermón de los religiosos. Esto desde ya es una afrenta, porque donde está el pueblo en su gran mayoría, también debe estar el number one, sin embargo, este prefirió escaparse a Europa, antes que sentarse a escuchar a los curas y al propio pueblo, en Caacupé, porque sabía que sería abucheado este descalificado.

Pero aún más sorpresivo resultó ser la misa del cardenal argentino Luis Villalba, enviado especial del Papa Francisco ndaje, quien ofició la misa, y en su homilía pererí no dijo ni A ni B contra el gobierno actual, que es rechazado hoy día por el 90% del pueblo paraguayo. Debió ser un monseñor paraguayo el que oficia la homilía que conoce la realidad del país, como en años otroras, y no un argentino que no está en condiciones de tratar de aliviar el alma de este pueblo tan sufrido. A muchos feligreses que estaban en la basílica les pareció que algo estaba mal, como si le hayan comprado la conciencia a los obispos y a quienes tenían que arengar a los fieles, manifestó un peregrino cuyo nombre omitimos para evitar represalias, ya que éste es funcionario público del Parlamento. En fin, lamentablemente así se perdió una nueva brillante oportunidad de darle un apy sarapó a los politiqueros, quienes después de esta misa seguramente creen que están haciendo bien las cosas. Pero aunque los religiosos no lo dijeron, la ciudadanía demostró su desaprobación al abuchear en algunos tramos de la misa, la llegada de personajes del gobierno, como Juan Afara, Alicia Pucheta o el fiscal general Díaz Verón.

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