DE TODOS LOS COLORES Y DE TODOS LOS TAMAÑOS

EL TENDEDERO DE LAS SENSACIONES EMOCIONALES, LAS PANTALETAS

CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Carlos Roa) Una mujer denunció a la vecina por “tentar” a su novio al tender sus tangas frente a su patio. El insólito y llamativo hecho tuvo lugar al producirse un altercado en el Barrio Francisco 1ro que sería de Hernandarias, en donde una mujer manifiesta que tiene serios problemas con su vecina. La mujer de apellido Vera y de 33 años de edad, reclamó a las autoridades que su vecina, una joven de apenas 23 años, exhibía en el tendero sus atractivas tanguitas atractivas, diminutivas en el patio, y que dicho patio colinda con el patio de su casa, así que ya había “cachado” a su pareja mirando por la ventana cuando “la impúdica mujer” las tiende.

 

La cuestión de las tangas tiene un raro proceder, porque según la señora Vera, su m-arido viene los sábados de su trabajo a descansar, y por si fuera poco, los sábados esta chica produce el caos, porque dice que solamente ese día lava sus tanguitas de colores varios, extendiendo en el tendero, donde justo su marido descansa, para tomar un sueño en los brazos de Morfeo. Y este siempre se levanta con pesadillas, ya no sabe más que hacer, dijo la afectada. Hoy día estamos invadidas las mujeres de 30, 40, 50 por las jovencitas audaces, atrevidas y sagaces, donde buscan alternativas para que el vecino si está papacito, ellas también están por ahí.

La damnificada en este caso, afirmó que no es casualidad  que siempre lave las tangas el sábado, que es cuando su novio descansa, y que además lo hace a medio día que es cuando él se va despertando. Lo que pidió Vera,  es que su vecina ya deje de hacer tales actos por faltas a la moral pero en el caso no se pueden tomar medidas  , dado que tender la ropa interior para que se seque no es delito. Según agregó además una vecina, no es raro que se escuchen altercados en la vivienda por el motivo antes mencionado, ya que la denunciante en reiteradas ocasiones, reprochó y tuvo discusiones con su pareja, de apellido Ruiz,  por “mirar a la joven vecina colgar la ropa interior”. Dicen que la señora Vera comentó a su comadre; cualquier día de estos, comadre, voy a comprar un litro de combustible y le prendo fuego a sus bombachitas.

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